Tras el espejismo que los sucesos extraordinarios de abril produjeron sobre la menguada audiencia de TVE- 1 (muerte y elección de un nuevo Papa, la boda del Príncipe Carlos de Inglaterra y el funeral de Rainiero de Mónaco), que propiciaron un repunte de medio punto en la cuota, la calma informativa de mayo ha devuelto a La Primera de TVE a la triste realidad audimétrica en que se haya sumida desde que Carmen Caffarel asumió la dirección general de RTVE hace un año. Los 22 primeros días de mayo se han saldado con un brusco descenso de espectadores en la cadena pública, que se ha traducido en la pérdida de un punto respecto al pasado mes de abril. De esta forma, se ha pasado del 19,4 por ciento con que concluyó abril al 18,4 por ciento que lleva sumado en mayo.

Esta cifra, el 18,4 por ciento, es la peor marca de la historia de TVE- 1 desde que comenzó a competir con las cadenas privadas y autonómicas a partir de 1990. En los últimos doce meses, esta cadena ha firmado mínimos históricos en siete ocasiones, a los que la directora general ha encontrado distintas justificaciones, la última de ellas referida a la equiparación de los datos de TVE- 1 con los de las principales televisiones públicas de Europa.

El 18,4 por ciento de lo que llevamos de mayo queda muy lejos del 22,8 por ciento con el que TVE- 1 cerró el mismo mes del año anterior, cuando la boda del Príncipe de Asturias con Letizia Ortiz disparó las audiencias de la cadena pública. Desde hace doce meses la curva de la audiencia de TVE mantiene una tendencia a la baja acentuada en los cuatro primeros meses de 2005. En contraste con estos datos, Telecinco acabó abril como la cadena más vista de España por sexto mes consecutivo, una situación hasta ahora insólita en nuestro país.