Pié de FOTO: De Izquierda a derecha: ELOY REVILLA, MANUEL LAFFÓN, MILAGROS MALDONADO, DANIEL BILBAO y JAVIER CASTROVIEJO. FOTO: T.L.
Hoy se cumplen cuatro años desde que su cuerpo nos abandonara, para nada su espíritu que sigue vagando por La Jara, por el Coto de Doñana, la desembocadura del Guadalquivir, por el aire de Sevilla –pero eso lo dejamos para otra ocasión, la gran ANTOLÓGICA que le prepara el THYSSEN de Madrid para el verano que viene y que debería repetir el Ayuntamiento de Sevilla, el de Sanlúcar de Barrameda, la Diputación de Cádiz, la Junta de Andalucía, exhibiendo los lugares míticos que recorrieron toda la biografía de CARMEN LAFFÓN, desde cuando era pequeña y asistía a la casa que allí tenía su Maestro MANUEL GONZÁLEZ SANTOS y que adquirió su padre para que ella permaneciera para siempre, como una roca más del Corral fenicio, o tartésico, o turdetano que tenía por delante, enmarcando la geometría (in)visible de cuando el animismo regía los destinos y desde cuando la óptica pierde toda noción con la realidad que es siempre mutable.
No habitamos los lugares. Son ellos los que nos habitan, nos hacen suyos, nos secuestran con esa energía magnética que sólo los lugares concretos tienen. Nos atraen, poseen, invaden de tal manera que es imposible separar el lugar de la vida, como le ocurrió a esta autora local y nacional por voluntad propia, universal por el tratamiento de las atmósferas partiendo de la perspectiva aérea y el sfumatto.
En ese sentido, la pintura –y la escultura- de CARMEN LAFFÓN es esencialista, existencialista, metafísica, que analiza la sutileza del paso de los días, las estaciones, las pequeñas variaciones o los estallidos del paisaje que tiene por delante: el Atlántico a cielo abierto, la línea que no separa sino une el horizonte, que se prolonga en la arena de las orilla cercana y la vegetación insinuada y lejana entonces de los arenales y dunas que recorren los no límites porque son imaginados, de enfrente.
No faltó nadie a la cita. Ni la organizadora de esta muestra y de todo el PROGRAMA que ya dimos en los artículos anteriores dedicados a su Proyecto “AVE DOÑANA II”: ni pintores, escultores, restauradores, coleccionistas, personalidades y colaboradores de los que también dimos cuenta en SevillaPress hace unos días, pero por primera vez quisiera nombrar a los amabilísimos camareros que sirvieron el catering de “El Perro Verde” de Sevilla: MARIO GÓMEZ y CRISTINA GRAU; y al venenciador JESÚS RUBIALES, de las Bodegas SERDIO, de Jerez de esa Frontera entre Sevilla y Cádiz.
La presentación, corrió a cargo de MILAGROS MALDONADO, MANUEL LAFFÓN, JAVIER CASTROVIEJO, DANIEL BILBAO y ELOY REVILLA, que dedicaron sentidas palabras para que se siga recordando a CARMEN, aunque esto por la autenticidad de su obra, los tratamientos que aplicaba a las superficies, las veladuras, pátinas, su personal e intransferible estilo y paleta de colores, se prolongarán en el tiempo gracias a todos los que la conocimos, nos fascina los ecos de su obra y sentimos esa parte del mundo tan atávica y profundamente como ella.
El acto, contó como todos los q se van a suceder en el Patio de Banderas. 16, de Sevilla, hasta el 19 de marzo de 2026, de lunes a viernes, de 9 a 21 h. y los sábados de 10 a 14h., con el patrocinio del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, la Unión Europea, la Fundación Biodiversidad, la Estación Biológica de Doñana, la coordinación de NATALIA DÍAZ PEÑA, la dirección ejecutiva de META Miami ISABEL PÉREZ, la diseñadora gráfica LUCÍA RIVERA SARASTI, la videocreadora CLARA LÓPEZ MILLÁN, los consejeros J. CASTROVIEJO y JESÚS CUEVAS y CARMEN RODRÍGUEZ OLIVA y EMILIO G. ROMERO, del Cine Club Vida y por último –o por el principio- con los comisarios HENRIQUE FARÍA NY, DANIEL BILBAO y JUAN VILLA.
TERESA LAFITA
