
El guionista Pablo Tébar impartirá el próximo Diciembre en Sevilla, el curso monográfico sobre series de ficción Quiero ser guionista. Un curso que nace con la intención de dar a conocer a profesionales y estudiantes todas y cada una de las fases del proceso de creación de una serie de ficción para televisión.
Pregunta. Para ser guionista es necesaria una formación y una metodología muy específicas. ¿Cómo ve el aspecto académico formativo en esta materia en nuestro país?
Respuesta. Sí es cierto que la formación académica puede resultar insuficiente y que podría haber algo de carácter más oficial. Pero creo que el problema de base es la formación como persona y cultural, la cual es bastante deficiente y que con ella si se puede ser incluso guionista autodidacta ya que la teoría se puede aprender en poco tiempo y fortalecerla con talleres prácticos.
P. Por otra parte. ¿Para cuando una regulación legal del gremio? En EstadosUnidos todo el sindicato es capaz de paralizar la industria exigiendo mejores condiciones laborales. Pero en España ¿Quién o qué es nuestra voz?
R. ALMA lo está intentado y sí que veo necesario que nos agrupemos y establezcamos condiciones y baremos económicos.
P. ¿Cree usted entonces que un buen guionista tiene el mismo reconocimiento en nuestro sector que un realizador o productor?
R. Dentro del sector ambos saben de la importancia vital del guionista aunque de cara a la galería no se exprese. Se suele decir que cuando un producto no triunfa es culpa del guionista y cuando tiene éxito es gracia a los actores.
P. Hablando de talento. Robert McKee citó en su visita a España hace dos años que en Europa y España había buenas ideas pero que no se sabían contar. ¿Es eso cierto?
R. Si creo que puede haber algo de verdad en esa afirmación. Alguien dijo que tenemos muy buenos principios y buenos segundos actos pero que de ahí en adelante desfasábamos irremediablemente. Ingleses y americanos con ideas y premisas más normales o comunes tienen un desarrollo mucho más coherente.
P. Localismo. ¿Es un lastre desde su punto de vista en nuestros productos? El uso de gags influenciados por el personaje de moda en el panorama nacional, o la caracterización de los mismos siguiendo tópicos regionales. (El madrileño relamido, la andaluza que friega escaleras, etc.)
R. Creo que es una buena herramienta no un lastre. Promocionar lo propio. Soy partidario de la idea de describe tu aldea y describirás el mundo. Renegar de lo nuestro sería un error y al final las historias son universales.
P. ¿Qué diferencias percibe entre la figura del productor ejecutivo en España y en EE.UU?
R. El grado de implicación. Allí el productor ejecutivo es guionista y creativo y tiene la decisión final en su mano. Intervienen hasta en el proceso de montaje y en cambio figuras como la del director quedan en un segundo plano. Estamos aún muy lejos de obtener una figura así.
P. ¿Cree que la ficción en España es emocionalmente inteligente? Me refiero a la capacidad de hablar en su trasfondo de temas como la muerte, la soledad, el sufrimiento, la esperanza, la amistad o el amor de forma rigurosa, novedosa y sorprendente.
R. No. Somos muy conservadores. En nuestros productos sabes de antemano lo que vas a encontrarte. No terminamos de meternos en la gente porque los audímetros nos dicen que no quieren que les removamos demasiado.
P. A dos metros bajo tierra, Los Soprano, The Wired... son series consideradas obras maestras no ya del audiovisual sino de la cultura americana. ¿Sueña con una serie capaz de profundizar en sus tramas y personajes de forma tan cruda, real, violenta y veraz tomando como trasfondo un sector de la sociedad española? ¿O es que aquí no tenemos nada que enseñar?
R. No va a suceder, al menos aún. Espero que algún día se abran esas puertas. Pero te cito que hasta temas como la inmigración echan atrás a las cadenas. Lo marginal, a menos que lo trates de forma amable como en Aída, asusta.
P. ¿Se puede vivir como guionista en España?
R. Sí. Definitivamente se puede.
P. ¿Lo veía posible cuando comenzó su carrera? ¿Cuál ha sido su mayor dificultad al abrirse camino?
R. Sin duda la dificultad para que mi trabajo obtuviera un valor y respeto económico a la altura.
P. ¿Existen barreras en el desarrollo de personajes contextualizados en la época contemporánea a uno situado un siglo atrás? Diálogo, comportamiento, perfiles, etc.
R. Por lo menos intento evitarlas. Aunque hace poco, nos pasó en la serie donde escribo ahora. Era un personaje malvado el cual queríamos que fuera homosexual. Para este tipo de series solemos contar con un la figura del documentalista, somos conscientes de lo indispensable de su labor y aunque la ficción a veces tiende a exagerar determinados aspectos, siempre intentamos llegar a un consenso. Si decidimos que cierto personaje lleve revólver porque nos atrae, intentamos que sea al menos de esa época.
P. Y por último ¿cine o televisión? ¿Dónde está el futuro de las buenas historias?
R. Se dice que la televisión es el mundo de los personajes y el cine de las historias. A priori puede parecer que hoy en día en la pequeña pantalla pero sigo confiando que en ambos universos siempre habrá algo que contar.

