La 37ª edición se coloca como la octava femenina y la décimo tercera masculina más rápidas de la historia por la marca de los ganadores y consolidan la prueba como la más rápida por las condiciones de su circuito
El alcalde Antonio Muñoz destaca la importancia del maratón para la marca ciudad y su repercusión internacional así como el impacto económico, superado las expectativas iniciales del 85 por ciento de ocupación hotelera
El Zurich Maratón de Sevilla ha pasado a la historia en 2022 después de que los etíopes Asrar Abderehman (2:04:43) y Alemu Megertu (2:18:51) batieran los récords masculino y femenino de la prueba y de que el español Ayad Lamdassem (2:06:25) batiera la plusmarca nacional. “El maratón de los récords vuelve con más fuerza que nunca con el mejor circuito de Europa y con la certeza de que no hay mejor alternativa para que los atletas consigan sus mejores tiempos. Cerramos una nueva edición que se va a caracterizar por la proyección internacional que supone para la ciudad en todo el mundo, con el reconocimiento de la marca Sevilla y con el impacto para la economía local”, ha destacado el alcalde Antonio Muñoz, que ha participado en la ceremonia de entrega de premios junto al delegado de Transición Ecológica y Deportes, David Guevara.
Desde el pistoletazo de salida la carrera apuntaba maneras. Los pasos marcados por las liebres, siempre controlados y con objetivos claros, pronosticaban unos tiempos finales de infarto. El carísimo récord de la prueba en categoría masculina (2:04:46) estaba en el aire. El femenino (2:23:13) desde el comienzo tuvo los días contados. Además, Ayad Lamdassem, acompañado en el grupo al comienzo por Javi Guerra y Dani Mateo, y Marta Galimany comenzaban a asentar los cimientos de unos posibles récords de España que poco a poco estaban más cerca.
A lo largo de un recorrido vertiginoso por las calles de Sevilla, visualizando a velocidades imposibles para el común de los mortales, iban avanzando los atletas de élite, que cubrieron el medio maratón en 1:02:31 en cabeza de carrera masculina y en 1:09:24 entre las mujeres. Lamdassem, ya sin compañía de más españoles, atravesaba el ecuador en tiempo de récord: 1:03:16. También Marta Galimany, que hacía lo propio con 1:13:26.
Comenzaba el maratón, se acercaban al muro. El grupo de cabeza de carrera se iba desgranando poco a poco y al paso por el kilómetro 30 ya comenzaban a asomar los que posteriormente serían los atletas que se jugarían la carrera: Abderehman y Mamo. Los dos etíopes, el primero con una mejor marca personal de 2:07:33 y el segundo debutante. Lamdassem seguía corriendo como un reloj y su paso por este punto, que marca el inicio de la parte más dura de la prueba, el reloj se paraba en 1:29:53. Seguía, también, a ritmo de récord de España Marta Galimany, pero poco después el maratón iba a hacer de las suyas.
El duelo estaba servido al paso por la icónica Plaza de España y los dos etíopes no cejaban en su empeño de alzarse con el triunfo y, por qué no, batir el carísimo récord de la prueba. Iba a ser necesario un esfuerzo titánico para lograrlo, pero Abderehman, que corría en Sevilla su segundo maratón, supo seguir apretando los dientes para enfilar la eterna recta de meta en solitario. El segundero avanzaba. 2:04:30, 2:04:35, 2:04:40… Quedaban seis segundos para el récord y el atleta, elegante en su zancada, aceleraba de nuevo y rompía la cinta de llegada para firmar un histórico crono en Sevilla: 2:04:43. Récord de la prueba, decimotercer maratón más rápido del mundo y 48º atleta en la lista de todos los tiempos.
La emoción del momento desbordaba a los asistentes pero la atención seguía centrada en el asfalto. Ayad Lamdassem seguía a ritmo de récord y su esfuerzo iba a ser recompensado. Pisó la alfombra azul, cruzó la línea de meta y volvía a batir el récord de España de la distancia con 2:06:25. En su décimo maratón, con 40 años, ha seguido superándose y siendo sexto en la prueba rebaja en 10 segundos la plusmarca nacional que compartía con Hamid Ben. Daniel Mateo entraba en 24º posición con 2:11:00, Alejandro Jiménez 32º con 2:11:34, Houssame Benabbou era 33º con 2:11:36, y Javier Guerra, totalmente desfondado, 41º con 2:12:37.
No faltó la emoción tampoco en categoría femenina. Las atletas estaban volando. Tanto, que en los últimos kilómetros, cuando Alemu Megertu ya corría en soledad, parecía que el esfuerzo previo iba a pasarle factura. Pero esta mujer, prototipo de atleta etíope, con una técnica brillante y un avanzar demoledor, siguió hacia adelante con el objetivo de poner al Zurich Maratón de Sevilla donde nunca nadie antes le había colocado. Totalmente exhausta cruzaba la línea de meta con un tiempo de leyenda: 2:18:51. Sevilla es, gracias a su esfuerzo, el octavo maratón más rápido de la historia en categoría femenina y ella se coloca como 20ª mujer más rápida de todos los tiempos.
Superó el muro Marta Galimany, pero no pudo mantener el ritmo que había marcado en los kilómetros previos. Entre el kilómetro 35 y el 40 marcó un parcial de 18:08 que provocaba que su sueño de batir el récord de España de Ana Isabel Alonso se desvaneciera. Volvía a correr por debajo de las 2 horas y 28 minutos la atleta de Valls (2:27:53) y cumplía uno de sus objetivos principales: lograr las mínimas para el Campeonato del Mundo de Eugene y para el Campeonato de Europa de Munich.
Tras Galimany cruzaban la línea de meta miles y miles de atletas. Todos emocionados, sabedores del significado de cruzar esta línea de meta y de colgarse al cuello la medalla de finisher del Zurich Maratón de Sevilla. Después de un año de ausencia debido a la pandemia, volvió esta prueba organizada por el Ayuntamiento de Sevilla y el Instituto Municipal de Deportes de la capital andaluza, y apoyados por Motorpress Ibérica, y lo hizo de la mejor manera posible. Se superó a sí misma y con ella lo hicieron todos aquellos que formaban parte de la misma.