El Arzobispo bendijo el Belén de la Solidaridad
Monseñor Asenjo bendijo el Belén de la Solidaridad de los trasplantados

El Arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo Pelegrina, ofreció una conferencia titulada Juan Pablo II, las lecciones de un Papa Santo en el Ateneo de Sevilla. Monseñor Asenjo fue recibido por el presidente de la Docta Casa Alberto Máximo Pérez Calero y por diversos miembros de su junta Directiva.
Con la sencillez y humildad qué, heredaron de nuestra santa sevillana más cercana, Santa Ángela de la Cruz, la fundadora del Instituto de Vida Religiosa de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, su "Gran Legado". Las Hermanas de la Cruz celebraron ayer con una misa solemne, para conmemorar la importante efeméride que declaró de forma oficial, la Santidad de la Beata Madre Angelita, una gran sevillana de pro y santa desde su juventud, ya que en ella, obró Dios una Gran Obra al servicio de los más desvalidos.
Don Pascual Chávez Villanueva, Rector Mayor de la Congregación Salesiana y 9º Sucesor de Don Bosco fue testigo de excepción de la Coronación Pontificia de María Auxiliadora, en la ciudad hermana de Córdoba el pasado domingo. Según una bonita crónica de nuestro buen amigo Miguel Ángel Moreno Nuño, SdB, Delegado de Comunicación Social de la ISMA Inspectoría Salesiana María Auxiliadora, con sede en la ciudad de Sevilla. Que comenzaba así:El prodigio de 1908 se ha repetido hoy en Córdoba. Las crónicas contaban que el cielo se abrió de par en par el día en que la imagen de María Auxiliadora era bendecida, tras un día lluvioso que presagiaba lo peor. El peral florido espontáneamente fue también entendido entonces como un signo de lo alto. Ciento un años después, un cielo cubierto de nubes y amenazante de lluvia en la jornada del pasado sábado se transformó minutos después de la coronación pontificia de la imagen de María Auxiliadora, en un azul que irradiaba alegría y júbilo por todas partes. La misma alegría que se veía en los rostros de los muchos miles de cordobeses y devotos de todas partes -las cifras bailaban y nadie se atrevía a dar una cantidad definitiva- que abarrotaban el bulevar del Gran Capitán.