la iglesia del Salvador de Sevilla dejará de ser parroquia para convertirse en una «iglesia exenta»
La iglesia del Salvador ya está lista, como cuando se entregan las llaves de un piso, y después del verano empezaremos a amueblarla». Lo dice con satisfacción Juan Garrido Mesa, delegado episcopal para esta aventura que es la restauración integral del segundo templo sevillano en importancia. En invierno, Garrido Mesa recibe a la gente en la mesa camilla del despacho que tiene junto al patio del Salvador. La camilla es parte del patrimonio de este templo: une a las personas y aviva la conversación al calor del brasero. Garrido no para: gestiona, coordina y supervisa para que todo vaya al ritmo previsto. Porque conoce a sus clásicos, Garrido acentúa esta frase: «No se modifica nada sustancial», pero luego asegura que de la nueva imagen del templo sorprenderán la amplitud la luminosidad y la seguridad: motivo por el que se cerró la iglesia.
