El final de un sueño, el baloncesto de elite en Huelva
Escalofríos. Insomnio. Duermevela con despertares inquietos. La luz de la farola que penetra por la ventana de mi habitación crea el ambiente perfecto para vivir una noche de vampiros y hombres lobo, de serpientes y veneno en la piel. De repente, la muñeca de Cristóbal Rojas emite un haz de fuego desde la esquina de una cancha color sepia y un balón de colores explota ruidosamente contra el aro. También aparece un holograma de Antonio Márquez subiendo el balón, marcando jugada y diciéndole a Jerome Mincy que corte por la zona. A su lado, el rocoso Devin Devis utiliza sus puños para ganarle la posición a un monstruo de tres cabezas y, en el fondo de la espiral, Jimmy Oliver lanza piedras con un tirachinas para doblegar a una criatura abisal.
