Separados desde 2002, las descalificaciones mutuas han sido numerosas. Ahora se verán las caras en los juzgados por los supuestos malos tratos de Pepe Sancho a su ex mujer.
El matrimonio de María Jiménez y Pepe Sancho fue, durante 22 años, una de las uniones más firmes del panorama artístico español. Pero no por eso estuvo exento de polémica.
Desde que se dieron el "Sí, quiero" por primera vez el 1 de junio de 1980 en Sevilla, y mientras duró su unión, la cantante y el actor se tiraron los trastos a la cabeza en numerosas ocasiones. Se divorciaron en 1984 y se volvieron a casar por segunda vez en Costa Rica. La muerte, en accidente de tráfico, de Rocío, la hija de la cantante, fue el motivo de esta reconciliación.
Sin embargo, dos años después de su separación en 2002- María aprovechó una polémica entrevista en Salsa Rosa para denunciar los malos tratos sufridos durante su matrimonio. Declaraciones que fueron seguidas de descalificaciones, mutuas y públicas, que hicieron imposible cualquier nuevo acercamiento de la pareja.
Según la cantante, había tardado tanto en denunciar las supuestas palizas que le había propinado el actor porque entonces no tenía testigos y ahora sí. María declaraba entonces que cuando amenazó a su marido con denunciarle, éste dejó de pegarle, pero no de maltratarla psicológicamente.
La intérprete de canciones de Joaquín Sabina consiguió entonces una orden de alejamiento y la protección policial hasta que tuviera lugar el juicio. Un enfrentamiento que, ahora, está cerca de celebrarse.
Al parecer, Pepe Sancho ha hecho todo lo que estaba en su mano para evitar que el proceso judicial tuviese lugar, pero no lo ha conseguido. Y es que el juicio podría celebrarse en las próximas semanas.
Coincidirá, además, con la representación de Memorias de Adriano, una obra dirigida por el italiano Maurizio Scaparro, que se estrenará en el Teatro Romano de Sagunto el 4 de agosto y de la que es protagonista Pepe Sancho.