Carta de despedida de José Luis Luna tras su decisión de dejar la presidencia del Caja San Fernando.
Desde que fui nombrado presidente (el 22 de marzo de 2002) y, sobre todo, desde que pude actuar como tal, a partir de la temporada 2002- 03, la trayectoria de la gestión ha estado marcada por dos parámetros que han condicionado significativamente la misma: por un lado, la losa económico- financiera que pesaba sobre el club; por otro, la fusión de las cajas de ahorros sevillanas. Con respecto al primer punto, la situación económica (el club estaba legalmente en disolución) amenazaba la propia existencia del mismo, debido a las nuevas directrices marcadas por la nueva dirección de la Caja San Fernando; directrices que compartía y sigo compartiendo.
Se diseñó un plan a tres temporadas (2002- 03, 03- 04 y 04- 05) con varios objetivos, siendo el principal asegurar la continuidad con la estabilización económica del club. Los resultados de este plan han sido altamente positivos, pues el Caja San Fernando, desde la temporada 2002- 03, ha alcanzado hasta la fecha equilibrio presupuestario; se ha conseguido aumentar el número de asistentes a los partidos hasta una media que ronda los 6.000; conseguimos celebrar la Copa del Rey en la temporada 2003- 04 con gran éxito para nuestra ciudad; se ha impulsado la creación de la Asociación Sevillana de Baloncesto (ASEBA); se ha creado la Fundación ARO para la promoción del baloncesto y bajo cuyo ámbito se encuentra nuestra cantera, consolidada como una de las cuatro mejores de España; se construyeron una nuevas oficinas, en las que actualmente estamos instalados, más representativas que las anteriores y acordes con la categoría de un club con casi 18 años de historia.
Sin embargo, es justo reconocer que los resultados deportivos del club, en su vertiente ACB, no han acompañado a las expectativas que todos deseamos. No obstante, hay un dato que puede ser clarificador: el equipo ha quedado clasificado duodécimo en la ACB en las temporadas que van desde la 2000- 01 hasta la 2003- 04, y décimo en la pasada campaña.
Para salir de esta situación, se ha estado abocado a tomar decisiones de riesgo, estirando todas las estructuras a sabiendas de que, si por cualquier circunstancia las cosas no salen como se desea, se pudiera entrar en una dinámica con problemas. Fue el caso de la contratación de Perasovic en la pasada campaña, y la de Javier Fijo, en la presente.
Los recursos que temporada tras temporada aporta al club el patrocinador, la Caja San Fernando, suponen un esfuerzo económico importante para la entidad financiera, y todos los aficionados al baloncesto tenemos una deuda impagable con la misma. Además, nadie debe tener la más mínima duda de que la Caja San Fernando sigue y seguirá apostando por el baloncesto.
Resulta evidente que la clasificación actual del equipo ACB no es ni mucho menos la deseada, pero para la tranquilidad del baloncesto sevillano quiero dejar constancia de que se están realizando gestiones para salir de la actual situación. En el presente, para competir en la Liga ACB con cierta solvencia se necesitan suficientes recursos económicos, ya que año tras año todos los equipos se refuerzan por la propia dinámica de la competición, y equipos que en temporadas pasadas estaban con presupuestos inferiores a los nuestros en la actualidad nos han superado. Me consta que se va a perfilar un plan de futuro para luchar contra esa realidad.
No obstante lo expuesto, el club puede tener una oportunidad de oro para dar definitivamente el salto de calidad que todos los aficionados deseamos. Y esa oportunidad podría ser la fusión de las cajas de ahorro sevillanas. La Caja resultante de dicha fusión tendría el músculo financiero suficiente para que la nueva dirección resultante, si lo creyera oportuno, proyecte al Caja a los puestos que ambicionamos. Esta oportunidad debería estar avalada por una optimización de la gestión del club, así como por el apoyo incondicional tanto de la masa social como de los medios de comunicación, sin que esto último quiera decir que se eviten las críticas oportunas.
Desearía dejar constancia de que es precisamente esta fusión de las cajas de ahorro la que imposibilita una programación de mayor recorrido, como es la posibilidad de construcción de un nuevo pabellón de última generación; creación de un club social- deportivo, teniendo al baloncesto como eje principal; creación de empresas que pudieran aportar al Caja una financiación complementaria, etc... Se han dado algunos pasos al respecto, pero todo esto y algo más queda supeditado a lo anteriormente expuesto.
Quiero despedirme asumiendo los errores que, sin lugar a dudas al tomar decisiones con importantes grados de incertidumbre, se han producido. Con estas líneas sólo quiero explicar sintéticamente la situación actual del club, muy distinta de la que me encontré cuando accedí al cargo. Asumí la presidencia por un compromiso personal con el tristemente fallecido Alfredo Pérez Cano y con la tarea de estabilizar económicamente el club, algo que se ha conseguido con creces. Los problemas de salud que me afectan desde el mes de enero y la tranquilidad de haber respondido al compromiso que adquirí en un club que se moría económicamente me hacen ver que se ha cumplido el ciclo. Ya durante el pasado mes de junio quise dimitir, pero causas ajenas a mi persona y al club impidieron que presentase dicha dimisión. Seguiré trabajando para el club, aunque en un segundo plano. Gracias a todos por el apoyo prestado.