
El Alcalde de Gines, Francisco González (PP), ha presentado públicamente el proyecto del nuevo Ayuntamiento de la localidad, que irá ubicado en la Hacienda del Santo Ángel, conocida popularmente como El Molino.
El proyecto recoge la completa rehabilitación del histórico edificio, que data del siglo XVIII y cuya fisonomía y distribución será totalmente respetada.
La nueva Casa Consistorial acogerá, entre otras, las dependencias de Secretaría, Intervención, Medio Ambiente, Bienestar Social, Urbanismo (Oficina Técnica), Policía Local, Juventud, Igualdad, y Juzgado de Paz. Del mismo modo, los trabajos servirán también para rehabilitar los jardines de la hacienda, junto a los que se situará el nuevo Salón de Plenos.
Una vez redactado el proyecto, en los próximos días podría adjudicarse la primera fase de las obras de rehabilitación, que se centrarán en la zona del caserío. La duración total de las obras del nuevo Ayuntamiento podría estar en torno a los dos años aproximadamente.
En palabras del Alcalde, con esta actuación vamos a lograr un doble objetivo: por una parte, vamos a mejorar la atención a los vecinos, que dispondrán de unas instalaciones más amplias y menos dispersas que las actuales; y por otro, vamos a rehabilitar uno de los edificios más emblemáticos de nuestro pueblo y salvarlo de las especulaciones urbanísticas.
Problemas de espacio
Las actuales dependencias municipales vienen padeciendo una acuciante falta de espacio debido al considerable incremento de la actividad experimentado por el Ayuntamiento, lo que obligó al Consistorio a acometer a lo largo de 2003 hasta dos ampliaciones del edificio consistorial. Estas obras sirvieron para dotar de unas mejores instalaciones a los servicios municipales de intervención, tesorería, archivo y personal.
Breve historia de la Hacienda del Santo Ángel
La Hacienda del Santo Ángel, conocida popularmente como El Molino, data del siglo XVIII. Su extensión es de 3.700 metros cuadrados y está ubicada junto a la plaza de España, en pleno centro urbano de Gines.
Se trata de una vieja hacienda de olivar que, junto con otras de la zona, rigió la vida económica de la localidad durante los siglos XIX y XX. Desde ella se dirigía el cultivo de los campos, se organizaban las cuadrillas de trabajadores y en ella se molían las aceitunas con las que se hacía el famoso aceite de la localidad.

