
Desde que comenzara la búsqueda de la pequeña la policía lusa, que desde agosto baraja la hipótesis de que la pequeña está muerta, se ha topado con muchas pistas falsas como, por ejemplo, las cientos de llamadas diarias que recibían de personas que juraban haberla visto. Los padres también han sido considerados sospechosos; lo cual a levantado un revuelo mediático. Por ello, el juez en breve presentará cargos o retirará las sospechas sobre los McCann, a los que no se les impide viajar, y se les permite no contestar en los interrogatorios y tener un abogado presente. El matrimonio ha contratado para su defensa a Michael Caplan, el abogado de Augusto Pinochet, especializado en evitar errores en los procedimientos y en que se desestimen pruebas para lograr la libertad del cliente, independientemente de que sea o no sea inocente.
Al principio, cuando todavía no se conocían muy bien los hechos todos los medios británicos estaban volcados con el caso Madeleine. Pero desde que se nombró a Kate y Gerry sospechosos de la presunta muerte de Maddie, los medios ya no ofrecen recompensas a cambio de pistas y no critican con tanta dureza la investigación de la policía lusa.
Hace pocas semanas se hallaron las pruebas que pusieron en el ojo del huracán al matrimonio, cuando se encontró sangre de la menor en la habitación y en el maletero del coche que los McCann habían alquilado semanas después de la desaparición de Madeleine. Además, los perros hallaron olor a cadáver en el apartamento, el coche y en la ropa de Kate. Pero, los padres siempre se han declarado inocentes, y dicen estar convencidos de que su hija mayor está viva.
Actualmente, la hipótesis que cobra más fuerza es la muerte accidental, ya que la policía asegura que les administraron somníferos a los niños y que Maddie pudo morir a causa de una sobredosis, aunque la portavoz de la familia McCann ha negado esto rotundamente.
Lo cierto es que los padres fueron muy irresponsables, dejando completamente solos a los niños en la habitación de un complejo hotelero, para ir a cenar con unos amigos. Según han explicado ellos mismos, los McCann se fueron turnando durante la cena para ir a la habitación a ver a los pequeños, aunque los empleados del restaurante lo niegan y dicen que Kate y Gerry consumieron durante la cena 14 botellas de vino, en compañía de sus amigos.
Por otra parte, la explicación que ofrecen los McCann deja muchos asuntos en el aire. Aseguran que fueron a ver a sus hijos varias veces, y que la niña estaba en la habitación hasta la visita que hicieron a las 22.00h. Afirman que alguien la raptó porque el peluche con el que dormía Madeleine estaba en una estantería a la que la menor no llegaba. Aunque la policía cree que hubo algo más, ya que los perros hallaron sangre y olor a cadáver en la habitación y, además, pasaron 40 minutos desde que descubrieron que la niña había desaparecido, hasta que llamaron a la policía, mientras que los amigos y vecinos se pasean por la habitación de Maddie borrando o estropeando pruebas que podrían haber esclarecido el caso.
Todo el apoyo que recibieron por parte del Papa o de algunos personajes importantes como David Beckam o Ewan McGregor, que pidieron ayuda para la localización de la pequeña; la autora de Harry Potter, que ofreció 3 millones de dólares a cambio de pistas; o el millonario británico Stphen Winyar, que cedió su avión privado y ofreció un millón de libras; se ha visto reducida en los últimos meses desde que ha quedado al descubierto la posible implicación de los padres en el caso.
Precisamente un millón de libras, o 1,5 millones de euros, es lo que han recaudado los McCann con su Web. Dinero que, dicen, van a gastar en la investigación y no en pagarse un abogado.

