La "noche oscura" de la Madre Teresa de Calcuta, Según el postulador de su causa de canonización.
Ángel León
Según despacho recibo desde MÉXICO, hoy miércoles, 29 julio 2008.- La capilla votiva de la antigua basílica de Guadalupe fue el escenario donde se llevó a cabo la presentación del libro "Ven, sé mi luz. Las cartas privadas de la Santa de Calcuta", por su editor el padre Brian Kolodiejchuck, M.C., publicado por la editorial Planeta Testimonio.
En esta recopilación, el editor, que se encargó de recopilar la información sobre la religiosa de origen albanés para su causa de beatificación, descubrió aspectos escondidos de la vida espiritual de la Madre Teresa.
Acompañado de monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz, rector de la antigua basílica de Guadalupe, explicó que en 1942 la religiosa hizo un voto privado de nunca negar a Dios. Más tarde, al hacer su trabajo en las calles de Calcuta la madre experimentó la oscuridad espiritual y la aceptó.
En el ejemplar se recogen las cartas, en su mayoría inéditas, de la religiosa que escribió a sus más cercanos confidentes durante sesenta años, en las que se descubre su desolación al sentirse rechazada por Dios (una especie de noche del alma).
El también postulador de la causa de la canonización de la madre Teresa explicó al auditorio que "Jesús compartió con ella el sufrimiento que experimentó en el Huerto de los Olivos, en la Cruz, y de esta manera se puede entender la unión con Jesús a través de la oscuridad".
"Ahora sabemos que ella estaba experimentando esa unión con Jesús, y también con las muchas personas que estaban en la misma situación de falta de amor y de cariño", aclaró.
Al término de la presentación del libro, el padre Kolodiejchuck, concedió entrevista al Observador, en la que aclaró en qué consiste esta experiencia del "rechazo de Dios".
"Estas experiencias de rechazo llamadas noches oscuras, también las experimentaron otros santos. La madre Teresa llegó a la unión mística con Dios y experimentó este sentimiento", aclaró.
Sin embargo, añadió, "esta oscuridad es apostólica, es decir, es diferente a lo que estaba pasando en sus sentimientos, en su mente, y en su voluntad que estaban enfocados a Dios".
Según el sacerdote la clave para entender este "rechazo" está en "una carta dirigida a Jesús en la que aceptó aún por toda la eternidad no negar nada a Dios".
Esto implicaba que no le negaba ni siquiera el sentimiento de sentirse rechazada por él.
"En otra misiva escribió que estuvo a punto de quebrar, sin embargo recordó su voto y siguió", aclara.
Con la edición de este libro, afirma el misionero, ha querido que "todos puedan entender algo de su intimidad", "entender de sus propias palabras cómo vivió su amor y su fe en Jesús".
"Este libro es para todos, pero especialmente para los que se encuentran en algún tipo de oscuridad, los más pobres entre los pobres", concluye el autor del libro.
Pero Cuantas veces pensamos, ante una continuidad de fracasos cotidianos y adversidades que, Dios nos abandona, o nos ha dado la espalda y no es eso, es que las personas, somos débiles y tenemos que luchar con fe y esperanza y a veces nos hacemos un castillo en la arena y cuando la marea sube, no lo va a destruir Saquemos lo positivo de cada fracaso y observaremos que muchas veces hemos depositado y confiado en personas que no se merecían nuestra confianza y claro al llegar el momento decisivo se ha derrumbado nuestro proyecto, y otras tantas veces hemos tenido nosotros la culpa, porque no hemos luchado lo suficiente o posiblemente hemos tirado por la calle torcida y obviamente hemos fracasado. Hagamos nuestros deberes, porque aquí estamos para sufrir también, lo mismo que Jesús, nuestro Hermano y Maestro, sufrió hasta morir por nosotros en una cruz. Pero lo más importante de todo es que resucitó al tercer día y subió a los cielos y si verdaderamente nos sentimos, seguidores de Cristo, deberemos ¿Por qué no? Sufrir con resignación, fe y esperanza, a imitación de El. Y nunca olvidemos que debemos estar dispuestos a servir a nuestros hermanos, y no a servirnos de éllos como solemos en la mayoría de las veces.
Tengamos la seguridad que: Cristo, es nuestro mejor amigo, no hace distinción alguna de personas y nos amas a todos hasta la locura. Amémosle también hasta la locura y amémonos todos siendo tolerantes y sin rencores, ni odios que enturbian nuestras vidas y nuestras almas. Y termino con un consejo no niegues nunca jamás una sonrisa a nadie, porque no cuesta nada y ayudamos a ser feliz a otra persona.
©Observador/DonaldPress Fotos: Archivo DonaldPress. (Publicar citando fuente).