La muerte, el pasado sábado día 15, del joven Álvaro Ussía, presuntamente a manos de los porteros de una conocida discoteca de Madrid, ha desencadenado el cierre de otros cuatro locales emblemáticos de la ciudad; a El Balcón de Rosales se le han sumado La Riviera, Moma 56, But y Macumba.
El Ayuntamiento alega que estas salas han cometido "infracciones graves" relacionadas con las licencias, mientras que los empresarios dicen estar "sorprendidos" y "preocupados". Los propietarios de las salas consideran injustificados estos cierres, aunque confían en que el afán por "demonizarles" y "culparles" de la muerte de este joven pase pronto.
Ya este fin de semana se ha notado la tensión en la noche madrileña, tanto con las diferentes discotecas cerradas, como con los porteros en el punto de mira de la opinión pública.
Por su parte, la familia, el colegio y los amigos de Álvaro Ussía han expresado su dolor en diversas concentraciones para pedir al Ayuntamiento que no vuelva a ignorar las denuncias por irregularidades en el funcionamiento de estas salas.
