Entrevista con Juan Carlos Arteaga, árbitro internacional, perteneciente a la Comisión Delegada de la FEB y al Comité de Árbitros de Gran Canaria.
Juan Carlos Artega nos ayuda a recordar su currículum: "He estado en 2 campeonatos de América, 1 campeonato de Asia, 1 final a cuatro de la Eurocup, 2 finales a cuatro de la Euroliga, 1 europeo, 1 mundial y en la cita olímpica de Pekín ´08, y he arbitrado más de 600 partidos en ACB, entre ellos finales de copas del rey". En estos momentos ayuda en la FEB a ojear a los nuevos valores del arbitraje, y nos matiza: "Ahora colaboro con la FEB como asesor del comité técnico de árbitros y asesor del presidente". Además, colabora con el Comité de Árbitros de Gran Canaria de forma activa. Primera pregunta obligatoria en este momento.
¿Cómo ve al arbitraje en este momento a nivel nacional? El arbitraje español está bien, ya que la FEB está trabajando bien a nivel nacional, ya que es una pionera a nivel mundial. El trabajo es el adecuado, y todo esto está apoyado por el trabajo de las federaciones autonómicas y provinciales. A la FEB llegan árbitros que están hechos, por el trabajo que se han hecho en sus federaciones provinciales y autonómicas, y la FEB elige de cada lugar los mejores. Yo creo que ese trabajo de las federaciones es el correcto, que cada vez están poniendo más medios, y espero que de aquí a poco salgan los proyectos que están andando. De aquí a junio de este verano, saldrá una página Web con nuevos proyectos tecnológicos que van a ayudar bastante.
¿Y el grancanario en particular, hay muchas cosas que trabajar y mejorar, supongo? Yo creo que el comité grancanario tiene que recuperar lo que era, que era el pionero en tomar iniciativas, porque en ese sentido hemos parado. Y eso te lo da todo. Aquí se han organizado congresos de árbitros, se iniciaron las escuelas de árbitros, el primer Árbitro NBA que vino a España, vino a Gran Canaria. Todo este tipo de actividades que hacían engordar los conocimientos de los árbitros de aquí. Hemos parado en actividad quizás, y eso se nota. Entonces yo creo que hay que recuperar cierta cantidad de actividades para que los árbitros mejoren. Y lo que sí veo, que lo veo más de cerca, es que el comité trata de organizarse y volver a salir. Sobre todo, y desde mi punto de vista, es recuperar las iniciativas. Nos hace falta organizar cosas.
Y las cosas buenas que has visto, porque esperamos que haya alguna, ¿se pueden decir? Me dejas un poco... Hace unos tres años que no veo un partido en Gran Canaria, es que no estoy aquí los fines de semana. Antes, con los campeonatos, los veía un poco, pero ya ni eso. No me verás por ningún sitio. La información que tengo es a través de amigos, entrenadores, con los clubes La gente está contenta. Está claro que hay una nueva camada de árbitros y que se está intentando sacar para adelante, yo creo que es cuestión de tiempo y de paciencia. Los comentarios son buenos, positivos. Hay muchos cambios interesantes y eso tendrá que dar sus resultados; lo que hay que tener es paciencia.
Si no recuerdo mal, estuviste algunos años en la escuela de árbitros de Gran Canaria, con un gran éxito ¿Te ilusiona volver a ayudar a la base? Sí me ilusiona, no me ha dejado de ilusionar nunca. Ha habido unas circunstancias que han hecho que no estuviera conectado del todo, pero no he estado desconectado nunca, siempre he estado conectado a la base. Después de salir de aquí estuve en León, también trabajando con el comité tinerfeño, los campus de León funcionaron 10 años. Ahora estoy en la FEB. De alguna forma he estado trabajando. Pero me alegro de volver a estar más conectado con el comité grancanario; es mi casa.
El arbitraje nacional, el internacional te quita mucho tiempo ¿Cómo lo llevas? Lo llevo bien. Con el nacimiento del niño es una circunstancia negativa que te llevas de viaje, porque te apetece estar más tiempo con él, más tiempo en casa En casa estoy 1 ó 2 días a la semana, entonces Pero yo es que estoy trabajando para mi familia. Ellos lo entienden, mi mujer lo entiende, y el niño lo entiende también. No me voy por ahí de vacaciones, me voy a trabajar. Mi trabajo es así y me obliga a estar fuera de casa mucho tiempo.
Siendo padre, qué es más difícil, ¿arbitrar un Barça Madrid, o cuidar del retoño? Esta pregunta lleva trampa (risas). Una cosa es el trabajo y otra es tu familia, ambas cosas son importantes. Para mí, la familia es más importante que el baloncesto, pero no tengo que olvidar que el baloncesto es mi trabajo. A las dos partes les doy el tiempo que les tengo que dedicar. Evidentemente, mi trabajo ocupa mucho, que se lo quita a mi familia, pero también estás trabajando para tu familia ¿Qué es más difícil? Afortunadamente es más difícil un Madrid Barça, ya que el niño ha salido buenísimo y no da casi nada de lata (risas).
Y por último, ¿Qué pregunta nunca te han hecho y te gustaría responder? No tengo ninguna en especial. Lo único que me gusta es el baloncesto. Me gusta que los árbitros sean libres, independientes y respetados por el resto del baloncesto. Yo creo que a veces no nos respetan como se nos tiene que respetar y el arbitraje tiene su lugar dentro de este deporte, porque sin el arbitraje muy difícilmente habría baloncesto y competiciones. El baloncesto nunca va a dejar de existir, pero competir sin árbitros es bastante complicado. Pero no porque seamos imprescindibles, sino porque la sociedad está estipulada así. El árbitro es necesario y lo único que pido es que haya respeto, que nadie justifique sus victorias y derrotas con nosotros, que eso a mí me molesta muchísimo.
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