Los equipos han realizado los últimos esfuerzos por completar las plantillas de cara a una larga y dura recta final en la fase regular. Últimas apuestas para obtener los objetivos deseados. Fichajes, cambios, movimientos de jugadores que convierten la Adecco LEB Oro en un hervidero de pasión. Por delante un nuevo fin de semana con emoción repartida en todas y cada una de las pistas. Empieza el marzo loco de la Adecco LEB Oro.
Doce jornadas para el final y rostros crispados ante lo que ya son finales en marzo. Una serie de partidos decisivos, de duelos directos, de desafíos con un ilusionante o cruel destino. No hay entrenador que en estos momentos viva la competición con cierta relajación. Unos luchan por asegurar presencia en el Playoff, otros por evitar el descenso directo y sólo uno parece hacerlo por conseguir cuanto antes certificar el ascenso directo.
En Alicante contienen la respiración intentando no equivocarse al celebrar algo de manera precipitada. Juegan en La Palma, ante un rival que, como todos los que se enfrentan al líder, lo hará con la tranquilidad de que la derrota no pesa y la victoria vale su precio en oro. Lucentum sabe que cada semana que pasa da un paso más hacia ese sueño del ascenso. Sabe que esta semana dos rivales directos se verán las caras entre ellos y por lo tanto tiene la posibilidad de marcar más diferencias. Porque a su partido en La Palma, ojo con Terrell que está on fire, se une el Breogán Tenerife, clave para consolidar la segunda plaza con Pecile debutando con los lucenses y un no menos incierto Lleida Valladolid que se convierte en imprescindible para los catalanes si quieren entrar en las apuestas y para los pucelanos si lo que pretenden es seguir manteniendo alguna opción de cazar al líder. Ya sólo con estos tres partidos se llena el cupo de la pasión en una liga que no da descanso a las emociones. Pero la jornada deparará mucho más
Por ejemplo en Vic un partido clave para un Melilla que volvió a la vida la pasada semana al derrotar al Breogán y romper su racha de derrotas. Los de Paco Olmos quieren dejar atrás la pesadilla vivida en un mes de Febrero angustioso. Los catalanes quieren sumar contra pronóstico porque aunque difícil, el Playoff está tan sólo a dos victorias. Otro partidazo se jugará en La Laguna donde los de Alejandro Martínez reciben a un León que, como Melilla, parece haber despertado del coma y quieren volver a engancharse a esa película que aventuras que significa luchar por el ascenso. Desde que León se llamaba Elosua, eso sólo va para los más veteranos, que no jugaba en Ríos Tejero. Anda que no ha llovido desde entonces y sin embargo, ahí estamos. Y para cerrar la serie de partidos entre aspirantes a zona media-alta un enorme partido Los Barrios Burgos, con legión de jugones en ambos equipos, con tipos expertos, curtidos en mil batallas, con prestigio a sus espaldas, con ambiciones intactas. Que partido más denso se espera en esa pequeña pero imprescindible pista barreña donde la Adecco LEB ha escrito grandes páginas en su entrañable historia. Los Barrios Burgos o, lo que es lo mismo, miles de quilómetros de baloncesto recorrido entre las dos platillas. Un respeto a ese partidazo.
Y viajamos hacia los infiernos, hacia las zonas más duras, hacia el mundo de sensaciones donde la esperanza suele darse en las narices con la cruel realidad. Tres partidos con drama porque drama es lo que rodea a los partidos que juega últimamente Illescas, esta vez en un nuevo reto en la pista de un Clínicas Rincón que se divierte conviviendo con los favoritos, colado en una fiesta que parecía reservada a los de clase alta y en donde se ha ubicado convirtiéndose en el rey de la pista. Eso sí, la pasada semana conocieron los jóvenes malagueños como pueden llegar a reaccionar los equipos que se juegan la vida en cada partido. Gandía los doblegó mordiéndoles donde más duele, apretando los dientes, agarrándose al partido como el ahogado al salvavidas. Pues Illescas debe hacer algo parecido o más si quiere salir de esa espiral que le envuelve, que le hunde en lo más profundo de la clasificación. Illescas visita Málaga mientras Rosalía hace lo propio en Cáceres, en un partido duro donde los haya porque pese a esos refuerzos finales de los gallegos recomponiendo una plantilla que aspira a la salvación, el conjunto extremeño está encantado de haberse situado en la zona de Playoff, donde le corresponde, donde que quiere permanecer a toda costa. Duras pruebas para Illescas y Rosalía y corto viaje de Gandía a Mallorca y no precisamente de vacaciones. Porque los de Pepe Rodríguez quieren seguir escalando posiciones tras dos victorias consecutivas, tras dos semanas de respirar, de sonreír, de vivir las mejores sensaciones que puede ofrecer el baloncesto. Pero Mallorca, otro que vive encantado de lo que le ha deparado el destino, quiere ratificar una temporada excelente en un partido que, de ganarlo, prácticamente le permite sentirse a salvo definitivamente.
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