"Quiero alentar los vuelos espaciales tripulados, porque creo que, a largo plazo, el futuro de la raza humana deberá transcurrir en el espacio. Si la Humanidad pretende sobrevivir durante otro millón de años, tendremos que ir, sin vacilación, donde nadie ha ido antes". El astrofísico Stephen Hawking, ha presentado la edición española de su nuevo libro, 'La clave secreta del Universo' (editorial Montena), escrito junto a su hija Lucy.
La hija del astrofísico, novelista de profesión, ha asegurado que escribir este libro con su padre ha sido una experiencia "inolvidable" y definió el libro como "una aventura fabulosa a través del Universo". (Pablo Jáuregui/El Mundo.es)
¿Cómo sería vivir en el espacio? Alucinante, desde luego. ¿Cómo serían las casas? ¿Viviríamos en naves espaciales, al estilo de las series V, o Star Trek? ¿Habríamos de llevar esos trajes tan ceñidos como incómodos? ¿Se mantendrían los cardados y las orejas puntiagudas...? Esta idea -al no ser persona de ciencias- me tiene en un ay obsesivo-compulsivo...
También he leído hoy que en el futuro podremos utilizar una especie de capa mágica -no es charlatanería- que nos volvería invisibles a los demás. Se trataría de una apreciación suya, no de una realidad tangible. Vamos, que si nos tocan, nos encuentran... si es que pueden dar con nosotros...
Recuerdo a Antonio Banderas afirmando que si por algo le molestaba morirse era por perderse toda la cantidad de novedades extraordinarias que sabía seguras en el futuro. Éstas dos cuestiones antes citadas podrían servir como ejemplo.
Vivir en el espacio y resultar invisibles, son dos atractivas ideas que quizás valieran un pacto con el diablo. Si me tropiezo un día con belcebú -no con alguno de sus múltiples imitadores- le invitaré a un café... tal vez lleguemos a un acuerdo...
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