El nombramiento hace dos años de Evaristo Pérez como entrenador ha contribuido en el crecimiento y desarrollo de la selección de baloncesto femenina.
Un EQUIPO en alza
El combinado español afronta el Europeo de junio en Letonia con el objetivo de prolongar la línea de éxitos que la han llevado a hacerse un hueco en el deporte de élite nacional.
Al fin y al cabo, no de deja de ser el mismo deporte, afirma Evaristo Pérez, preparador femenino de baloncesto en alusión a las eternas comparaciones que se establecen entre el juego de las mujeres y los hombres. Evidentemente, manifiesta Pérez, el ritmo de competición es más pausado fruto de la diferencia de cualidades físicas, pero en el aspecto psicológico la igualdad es manifiesta. No obstante, el actual seleccionador sí que encuentra un punto equidistante que separa la concepción del baloncesto para ambos géneros. Mientras que la mujer comprende su práctica como un objetivo de carácter social para alcanzar un fin, como, por ejemplo, recaudar suficiente dinero para finalizar unos estudios, el hombre entiende su ejercicio desde la más absoluta profesionalidad. Pérez refuerza su tesis alegando que las mujeres, en la mayoría de los casos, se desligan del baloncesto una vez acabada su carrera, todo lo contrario que los hombres, quienes tratan de permanecer en el mismo ámbito, sea como comentaristas, entrenadores u otras facetas similares.
Este dispar criterio de su trabajo, no implica que el baloncesto femenino se caracterice por una actividad menos rígida y competente. Muy al contrario, Pérez sostiene que todos los equipos y en especial la selección que él entrena hacen gala de mucho carácter y personalidad, tanto que en los entrenamientos es conveniente acudir a árbitros profesionales dada la competitividad y entrega que muestran las jugadoras. En este sentido, el seleccionador instruye a las chicas desde el primer día de cualquier concentración y les pone sobre aviso: hay que tener claro que somos un conjunto y hay que hacer equipo. El objetivo común ha de predominar sobre los intereses personales. Como consecuencia inevitable de esta obligada y responsable conducta, aceptada por todas las integrantes del grupo, el buen ambiente surge de forma espontánea, según Pérez, ya que forzar la buena sintonía supone teñir la realidad de un artificio nada recomendable. Asimismo, Pérez alecciona a todas sus discípulas bajo los parámetros de la confianza y el respeto, tanto fuera como dentro de la pista, objetivos que se consiguen gracias a la reciprocidad entre el personal técnico y la plantilla. Como curiosidad, la puntualidad en los entrenamientos se exige como condición inexcusable.
Uno de los inconvenientes que debe afrontar Evaristo Pérez durante la concentración previa al Europeo de junio, supone el de de descartar a tres de las quinces jugadoras que forma la preselección. En convocatorias anteriores, se había optado por la fórmula invitación, en la cual, las convidadas sabían de antemano su fecha de caducidad. Este año, todas compiten en parecidas circunstancias aunque cada una tiene una idea de lo que le deparará el futuro. Pérez no rehúye la claridad para expresarse tajantemente ya que el primer día de reunión informa de que sobran tres. A la hora de desechar esas unidades restantes, el seleccionador tiene en cuenta de que en algunos puestos (pívot), no hay muchas dudas, ya que traemos todo lo que hay, en referencia a la carencia de jugadoras altas nacionales de calidad.
En este contexto, la conformación del plantel internacional no resulta complicada para Evaristo Pérez y su staff de confianza, en tanto que su concepto de grupo por encima de todo le permite discernir aquellos elementos que responden a la demanda. El mejor equipo no se construye con las mejores jugadores, si no con las que el entrenador en cuestión valora según sus pautas, preferencias y necesidades, asegura Pérez, quien ejemplifica su juicio explicando que si hay seis bases de calidad contrastada, solo pueden venir tres, por lo que hay otras tres que merecerían estar con nosotros, pero se antoja imposible. Atención aparte merece el caso de Marta Fernández, una de las dos españolas que ha jugado en la WNBA. La catalana, habitual en la selección nacional hasta la llegada de Pérez, vio como quedaba excluida de la convocatoria para el Europeo de 2007 y en la siguiente para los Juegos Olímpicos. En torno a esta decisión se levantó una gran polémica entre los aficionados y la prensa pero el seleccionador no tiene reparos en confirmar que fue una resolución propia y exclusivamente técnica. Para este año, no hay habido espacio alguno para el debate, puesto que Fernández ha priorizado su participación en la Liga americana antes que acudir a una posible llamada de Pérez. Sin embargo, el entrenador lamenta la falta de respeto hacia otras jugadoras que supone centrar el interés informativo en una sola jugadora, cuando hay otras, como Silvia Morales (MVP de la Liga Española en 2008) a quien tampoco llamamos para Pekín.
Todo el revuelo periodístico generado en torno al asunto de Marta Fernández demuestra que los medios de comunicación evidencian más disposición hacia la selección femenina. De hecho, durante el Eurobasket de 2007 en Italia, La Sexta (cadena privada nacional emitida en abierto), poseía los derechos para la retransmisión de los partidos del combinado español. No obstante, decidió cederlos a Televisión Española (cadena pública en abierto), bajo el pretexto de obtener audiencias mínimas. La buena actuación de las españolas y la atención que despertaron entre el público provocaron que, ya en la final, La Sexta optase también por televisar el encuentro por lo que, por primera vez en la historia de la televisión española, dos emisoras de TV difundieron en directo un acontecimiento deportivo femenino a nivel nacional. Aún así, en la actualidad. los clubes, no tan atrayentes como la selección, luchan por obtener un reconocimiento publicitario que se les viene negando hasta la fecha. De hecho, Televisión Española (con tres canales en propiedad, uno de ellos íntegramente deportivo) prefirió emitir una carrera de caballos antes que la final de la Copa de la Reina. En cambio, sí que retransmitió la Final de la Liga Europea que disputó el Perfumerías Avenida de Salamanca. Y es que, según Pérez, los medios de comunicación no nos regalan nada al baloncesto femenino, por lo que tenemos que hacernos acreedores de una mayor prioridad y nosotros aceptamos el compromiso. De todas formas y en comparación con otros deportes como voleibol o balonmano, donde las chicas prácticamente no existen, el baloncesto femenino pese a coexistir bajo la extensa sombra de la selección masculina ha reducido el desequilibrio mediático gracias a las buenas actuaciones. Debido el creciente número de reclamaciones por parte de los medios, en el ámbito corporativo, la Federación Española nombró en 2007 a Naia Fernández como responsable de prensa específica para la selección femenina, cuando hace menos cuatro años ningún periodista se ocupaba de su cuidado y promoción. Fernández asume que cualquier línea que un redactor puedan otorgarnos, será bienvenida ya que, a día de hoy, el proceso de emisión informativo no puede ser tan selectivo como en la selección masculina aunque hay motivos más que notorios para el optimismo.