El examen de ingreso a la universidad se modificará el próximo año para garantizar el acceso a las carreras con mayor nota de corte a los alumnos más especializados. La absoluta normalidad es la tónica dominante en las dos jornadas que van de Selectividad.
Los 5.540 estudiantes sevillanos que desde ayer realizan el examen de acceso a la universidad, la tan temida como inofensiva Selectividad, son un fin de raza. A partir del año que viene la prueba cambiará sustancialmente con la mirada puesta en el Espacio Europeo de Educación Superior y la necesidad de primar a los estudiantes más cualificados en las carreras universitarias que tienen una nota de corte más alta.
La reforma, impulsada por el Gobierno y ya aprobada en el Boletín Oficial del Estado, aunque pendiente de desarrollo, supone principalmente la creación de una tanda de exámenes absolutamente voluntarios en los que los estudiantes que lo deseen podrán mejorar su nota media hasta cuatro puntos acreditando sus conocimientos en áreas de conocimiento directamente vinculadas a la carrera en la que se quiera ingresar. Así, el examen de acceso a la universidad quedará dividido a partir del curso 2009-2010 en dos fases, una primera obligatoria que en poco diferirá de la que actualmente se realiza, en la que el alumno se examina de las asignaturas obligatorias y optativas del Bachillerato, y esta tanda voluntaria.
Pese a que el Gobierno da libertad a las distintas universidades para definir qué tipo de áreas de conocimiento servirán para subir la media a la hora de entrar en una determinada carrera, en Andalucía se ha optado por crear una tabla única que unifique este criterio en todos los centros de la comunidad autónoma. Dicho documento está todavía en elaboración, pero, como indica el Vicerrector de Estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide, Francisco Bedoya, en declaraciones a los medios, "es fácil imaginar cuál será su contenido. Por ejemplo, para subir nota para Arquitectura se primarán seguramente materias como el Dibujo Técnico o Matemáticas; para Medicina la Biología o la Química...".
Aunque no se pondrá todavía en marcha el año que viene, otra de las novedades de la futura Selectividad será la obligatoriedad de realizar un examen oral de idiomas. El retraso para poner en marcha este examen se debe a la gran cantidad de recursos que se requieren para llevarlo a cabo y la dificultad para recurrir los resultados de la prueba.
Sin duda, el punto más polémico de la reforma es la decisión de eximir del examen de Selectividad a los alumnos que cuenten con un grado superior de Formación Profesional que quieran ingresar en una carrera vinculada a su especialidad. Es decir, que un estudiante que haya realizado grado superior en Electrónica y que tenga la nota de corte necesaria podría ingresar en la Escuela de Ingenieros sin tener que pasar por el examen de ingreso. Este punto ha provocado un auténtico debate en la comunidad universitaria en el que se avisa que las notas de FP suelen ser más generosas que las del Bachillerato, por lo que supondría una injusticia.
Pese a esta discordia, las universidades sevillanas ven positivo un nuevo sistema que será más justo y permitirá que los alumnos más cualificados accedan a las carreras más inaccesibles.