En sus palabras, Jesús Nieto felicitó a la Mancomunidad por la organización de este curso y mostró su satisfacción por el gran interés demostrado por los técnicos municipales y los profesionales de la comarca que trabajan en actividades sometidas a prevención y control ambiental. En este sentido, el director general de Prevención y Calidad Ambiental destacó la apuesta de la Junta por la aplicación de esta Ley GICA, a la vez que destacó sus importantes implicaciones y repercusiones a nivel de los Ayuntamientos.
Por su parte, el director-gerente de la Mancomunidad, José Antonio Navarro, quien intervino en representación del presidente de la institución comarcal, Antonio Maestre, subrayó el trabajo para la difusión de este proyecto de la Mesa de Medio Ambiente, integrada por los responsables políticos y técnicos de la institución comarcal y los Ayuntamientos de la comarca, así como la labor de la Oficina Técnica de Medio Ambiente de la Mancomunidad, que a través de sus tres sedes -ubicadas en Utrera, Lebrija y Sanlúcar de Barrameda-, viene consolidando el servicio mancomunado de prevención y control ambiental que presta a los Ayuntamientos. También destacó la larga experiencia en la labor de sensibilización medioambiental realizada a través de iniciativas como las campañas de concienciación ciudadana o los programas de Mejora Ambiental de Actividades Agrarias en el Bajo Guadalquivir, y Agroquivir Ambiental, cuyas acciones realizadas con el apoyo de las organizaciones agrarias y las cooperativas del Bajo Guadalquivir nos permitieron formar y sensibilizar al tejido agrario del territorio sobre prácticas agrarios sostenibles.
Este curso, que se ha desarrollado entre el 14 de mayo y el 23 de junio, ha constado de seis sesiones y un total de 30 horas de duración y se enmarca en el proyecto GICA: Un planteamiento responsable desde lo local, iniciativa de educación ambiental que viene desarrollando desde inicios de año la institución comarcal en estrecha colaboración con la Mesa del Medio Ambiente del Bajo Guadalquivir. Se trata de un proyecto con el que se pretenden difundir las importantes implicaciones y repercusiones de la Ley GICA a nivel de los Ayuntamientos, que amplían sus responsabilidades en materia medioambiental, así como entre la ciudadanía de la comarca. Se trata de una norma que completa el marco legal existente y que dota a la administración andaluza de nuevos instrumentos de protección ambiental con el doble objetivo de mejorar la calidad de vida de la población de la comunidad autónoma y de obtener un alto nivel de protección del medio ambiente.En cuanto a su contenido, en este curso se han abordado diferentes cuestiones como las aplicaciones a nivel local de los instrumentos de prevención y autorizaciones de control ambiental, los aspectos jurídicos y administrativos de la ley, la calidad del medio ambiente atmosférico (contaminación atmosférica, lumínica y acústica), la calidad del medio ambiente hídrico, la calidad ambiental del suelo o los residuos.