Gines se convirtió este fin de semana en punto de referencia para los amantes del milenario arte del bonsái gracias al II Encuentro de Bonsáis de la localidad, una completa muestra que se va consolidando año tras año y que ofrece a los visitantes la oportunidad única de contemplar y adquirir ejemplares de gran calidad.
Inaugurada por la delegada municipal de Medio Ambiente, Dolores Camino, junto a técnicos de esta delegación organizadora (junto a la Asociación sevillana de Bonsáis), en la muestra pudieron verse alrededor de 300 especies venidas de distintos puntos de Europa y Japón, además de las autóctonas. El lugar escogido para su celebración fue la Nave de Medio Ambiente, acondicionada para la ocasión y a la que se podía acceder durante ambos días de forma gratuita.
Durante todo el fin de semana, y a pesar de la lluvia, dada su gran calidad la muestra recibió la visita de numerosos vecinos y de miembros de diferentes colectivos de este arte venidos de diversos puntos de España y Portugal, entre los que destacaban miembros de la Asociación Nacional de Bonsáis.
En el recinto podían contemplarse de cerca diferentes especies, muchas de ellas centenarias, como pinos, zelkóvas, acer, juníperos, olivos o Picus, entre otras. Llamaba la atención la forma de los arbustos, trabajados pacientemente con diferentes estilos como el vertical informal, libre, azotado en el viento, o escoba. A pesar de la belleza de todos los ejemplares, sin duda la pieza estrella fue un pino japonés con cerca de 300 años de vida.
Además de contemplar los ejemplares, algunos de los visitantes no dudaron en hacerse con uno asesorados por expertos para su mantenimiento. Además también podían adquirirse materiales básicos para cuidar y mantener los árboles como herramientas, macetas con cerámicas especiales, o diversos complementos.
Este año, además, los asistentes pudieron disfrutar de una demostración práctica en la que aprendieron cómo se hace un estilo, es decir, como un arbusto llega a convertirse en bonsái a través de diferentes técnicas de poda y mantenimiento.
Esta segunda edición de la muestra volvió a convertir a Gines en un lugar de encuentro para expertos en la materia, y ofreció a los visitantes la oportunidad de conocer más a fondo la bonita y minuciosa tarea de combinar arte y naturaleza.