La sección de baloncesto del Club Náutico Sevilla puede presumir de contar esta temporada con uno de los técnicos hispalenses de más renombre. De hecho, su equipo júnior masculino está siendo dirigido este curso por el, de momento, único entrenador sevillano que ha dirigido a un equipo en la ACB, Javier Fijo (Sevilla, 20/11/1961). El que fuera máximo responsable cajista en el inicio de la campaña 05/06 y previamente había sido ayudante en el ahora Cajasol con Javier Imbroda, Marco Crespi, Gustavo Aranzana, Velimir Perasovic y Oscar Quintana cumplía ayer el noveno aniversario de su debut en la élite. Fue el 14 de abril de 2001 cuando el Ourense caía en San Pablo por 82-70 frente al equipo dirigido por un Fijo que esta temporada, tras un año alejado de las canchas, al menos competitivamente, no dudaba en aceptar la propuesta náutica para volver a trabajar con la cantera, como ya hiciera desde la campaña 1988/89 hasta la 99/00, logrando como mejor resultado un subtítulo de España júnior.
Mi relación con el baloncesto, tras ser ayudante de Manolo Hussein en Murcia un año ( 2007/2008 2007/2008 ), se limitaba a mi colaboración con la Federación Andaluza como profesor de la escuela de entrenadores y en temas puntuales. Así que estaba un poco con el mono de entrenar y dio la casualidad que mi hija, Victoria, juega en el cadete del Náutico y mi hijo, Javier, que ya lo ha dejado, también estuvo en el Club un par de años. Surgió la oportunidad, porque además conocía a gente aquí, me cogía cerca y me apetecía afirma muy satisfecho Javier Fijo, cuyo equipo se hizo con el subtítulo en la primera fase provincial para terminar en la cuarta plaza la fase final.
Pues les dije que sí y la verdad es que estoy muy contento con la experiencia en el Náutico. Estoy satisfecho por lo que ha hecho el equipo desde que lo cogí, porque el grupo es prácticamente entero de primer año, por lo que es un trabajo a dos años vista en el que seguirán la próxima temporada 9 de los 12 jugadores. Por lo tanto, las expectativas son muy buenas para el año que viene. Pero también estoy contento por cómo han crecido, a nivel individual y como grupo -prosigue el técnico- , por su comportamiento y por su implicación, al margen de los resultados técnicos. Están todos muy comprometidos.
Las comparaciones entre el baloncesto de élite y el de base son inevitables para el que hasta hace no demasiado se sentaba en banquillos de pabellones con más de 5.000 localidades. Aunque para el entrenador sevillano no hay tanta diferencia, según el punto de vista desde el que se mire. Uno es entrenador, independientemente de a quién entrena. Porque todo tiene su parte bonita. ¿Añoranza de la ACB? El mundo profesional también tiene sus miserias. El de la formación es más tranquilo. Te dedicas a hacer crecer a los jugadores, y como personas. Es muy gratificante. Entrenar es mi vida, y uno es entrenador en cualquier sitio. Son mundos distintos, pero todo es baloncesto, sentencia.
De lo que está convencido es que no se ha equivocado al aceptar la oferta de un Náutico en el que, a la espera de retomar su actividad como profesional del baloncesto, seguirá la próxima campaña. Entrenar es mi vida, y la formación es muy gratificante, insiste. Ahora tenemos hasta el 30 de junio para seguir entrenando. Esto es un aprendizaje continuo. Aprovecharemos para mejorar la técnica individual y jugar amistosos con equipos de otras provincias para medir nuestro potencial, para seguir creciendo.
Mirando inevitablemente a San Pablo, Fijo se congratula del buen momento por el que atraviesa el Cajasol en la ACB. Algún año tenía que tocar. Están bien clasificados y espero que se metan en los play off. Esto no tiene secretos, porque cuando se hacen las cosas bien, tienen que dar resultados, y en los últimos años, tanto aquí como en otros clubes, cuando no hay norte claro, las cosas no funcionan. Y ahora se está trabajando muy bien, y con tranquilidad.