El resultado que más veces se ha repetido, hasta ahora, en lo que va de Campeonato del Mundo de Sudáfrica, se ha dado también en el segundo partido del Grupo F, entre las selecciones de Nueva Zelanda y Eslovaquia, las cuales empataron a uno con un gol en el descuento de una Nueva Zelanda, selección que nunca antes había conseguido puntuar en un Mundial.
Eslovaquia se las prometía muy felices al haberles tocado jugar su primer partido de este mundial contra los Kiwis, considerada por todo el mundo como la cenicienta del grupo, pues consideraban que podían sumar tres valiosos puntos y esperar apaciblemente a su partido contra Paraguay para jugarse el tan deseado pase a octavos, pero ya hemos comentado en otras muchas ocasiones, que el fútbol , además de un deporte, es un juego, y como tal, sujeto a todo tipo de vicisitudes y de cambios, por lo que si no rematas a tu rival cuando lo tienes a tu merced y además en los segundos finales del encuentro te confías, lo puedes acabar pagando.
Pues bien, eso es lo que le ha ocurrido a Eslovaquia, que claramente ha sido mejor a lo largo de todo el encuentro, quizá no tanto como se esperaba antes de disputarse el partido, pues el equipo oceánico supo contener bien a su rival e inclusive se permitieron el lujo de fabricar alguna ocasión de gol, como la que tuvo Smeltz, tras una buena combinación del equipo.Al poco de iniciarse la segunda parte, Eslovaquia consiguió imponer su mejor hacer y se adelantó en el marcador gracias a un remate de cabeza de Vittek, muy posiblemente en fuera de juego, a centro de Sestak. Nueva Zelanda acusó el golpe y Eslovaquia tuvo oportunidades para matar el partido y estar ahora disfrutando, junto a los suyos, de la victoria, pero no acertó a materializar sus ocasiones y así, Hamsik, el propio Vittek y Sestak, desperdiciaron ocasiones claras y posteriormente descuidaron su vigilancia y no hicieron caso del aviso que les lanzó Smeltz a falta de pocos minutos para finalizar el partido, cuando remató de cabeza y el balón pasó lamiendo el palo, por lo que segundos antes de cumplirse el tiempo añadido, un nuevo centro de Smeltz, lo cabezea, libre de toda marca, Reid al fondo de la portería defendida por Mucha, desatando la locura de todo un país, que por una vez, se olvidan del rugby, para abrazar al fútbol. No hace falta reseñar, que la euforia desatada de Nueva Zelanda, tiene la otra cara de la moneda en la decepción que sufren todos los eslovacos, al dejar escapar una victoria que ya creían suya.
Aunque se ve difícil que Nueva Zelanda vaya a conseguir la clasificación, a pesar de este buen comienzo, Eslovaquia ha dado un paso atrás complicándosele el pase a cuartos, el cual lo más seguro deberá luchar con Paraguay e Italia, dos combinados que ayer empataron a uno y dejan todo por decidir en este grupo F.