Juntos acudieron a la última función de la Boheme en el teatro de la maestranza, interpretado por Ainhoa Arteta.
Tras su exótico viaje por Jordania, Cayetana de Alba y Alfonso Díez ha decidido intensificar sus salidas y encuentros. Nada más llegar a España la Duquesa viajaba a Sevilla para asistir a la coronación de su hijo Cayetano como Rey Mago en la Cabalgata de Sevilla. A pesar del viaje se mostraba muy relajada y vitalista asegurando que lo hemos pasado muy bien, sólo estuvo 24 horas separada de Alfonso, ya que al día siguiente, viernes 17 de octubre este viajaba hasta Sevilla para asistir llevando del brazo a Cayetana al último día de la Boheme interpretada por Ainoa Arteta.
La Duquesa de Alba siente una gran admiración y un especial cariño por la soprano vasca con la que tiene amistades comúnes y fue ella personalmente quien la invitó al teatro en una comida privada en la que coincidieron.
La llegada de la Duquesa y su pareja al teatro se produjo en medio de una gran expectación. Esta que siempre viste acorde con el lugar al que va escogió un modelo en encaje negro y dorado , un vestido con abrigo a juego y unas medias de rejilla negra.Muy elegante y orgullosa del brazo de Alfonso que aparecía también elegantísimo con traje de chaqueta y abrigo. La pareja era la viva imagen de la felicidad y Cayetana sonreía como una chiquilla ilusionada ante la que ha sido la primera aparición pública en Sevilla del brazo de Alfonso.
La pareja aunque ha consolidado definitivamente su relación en el año 2010 pasará la Nochebuena separada ya que cada uno cenará con su respectiva familia como aclaró la Duquesa:
-En Nochebuena yo cenaré en Liria con mis hijos y nietos, y escucharemos la Misa del Gallo, Alfonso cenará con su familia también.
También se han tomado con muy buen humor los rumores que apuntaban a que podrían haber contraído matrimonio en secreto durante su viaje:
-No, no me he casado ni tengo pensado hacerlo.
Al finalizar la ópera la Duquesa y Alfonso quisieron felicitar personalmente a Ainoa Arteta y le dijeron lo mucho que habían disfrutado con su voz y con su bellísima imagen en el escenario.