La historia del C.D. ONCE-Andalucía se ha labrado sobre la base de los títulos, del espíritu de superación y del trabajo honesto y denodado. Muchos jugadores se han hecho grandes bajo su disciplina, pero lo que más destaca en la mentalidad de todos aquellos que han defendido o defienden su camiseta es su sed de triunfo, por muchos que hayan logrado en su exitosa trayectoria, y ese afán por sobreponerse a las situaciones adversas. Lo de hoy ha sido un nuevo ejemplo de pundonor de una plantilla que ha jugado esta tarde en el García San Román de Las Palmas mermada por numerosas bajas y por incidentes extradeportivos que han podido lastrar su rendimiento. Pero ha sabido esquivar cuantos obstáculos ha encontrado en el camino y obtener una victoria valiosa. El C.D. ONCE-Andalucía ha derrotado hoy a un complicado rival por un ajustado y peleado 61-65, lo cual confirma que bajo la batuta de Abraham Carrión nada es imposible, y que lo que parecía allá por la pretemporada, cuando apenas había mimbres para confeccionar un cesto consistente con el que afrontar el curso, un año de transición, se ha transformado en una carrera continuada hacia la perfección, cuya meta ya se va viendo más cercana. Bajas destacadas ha tenido a última hora el técnico andaluz. La del experimentado Navarro, por lesión, y la de los extranjeros Capacho y Ovejero, que aún no han regresado de sus países. A ello ha habido que sumarle que a Vargas le han extraviado una de las ruedas de su silla en el aeropuerto, teniéndose que buscar una solución de emergencia, y que a David Benítez, un coche le ha pisado un pie, levemente, pero con la necesidad de ser atendido por los sanitarios. Para colmo, a falta de seis-siete minutos para la conclusión del duelo, Diego de Paz tuvo que abandonar la cancha por culpa de las cinco personales con la que los árbitros le habían sancionado. Pero en esos momentos de dificultades, la casta de los andaluces se hizo más patente, con un Vargas que se hizo con las riendas de su equipo y asumió la responsabilidad que le otorgan su veteranía y calidad, siendo un elemento clave en el desenlace final del encuentro, al ser protagonista de cuatro canastas fundamentales para la victoria. El enfrentamiento entre andaluces y canarios ha sido duro, fruto de la permisividad de los árbitros, no significando ello que hayan tenido una mala actuación ni que hayan beneficiado a algún equipo. Ni mucho menos, pero esa dureza exhibida por parte y parte ha hecho que el C.D. ONCE-Andalucía no se sintiera a gusto en la cancha, teniendo que disputar un choque más físico que técnico-táctico. La igualdad ha quedado patente, con alternativas en el dominio del marcador, con un Las Palmas y un Once que lo mismo estaban por debajo como se reponían y remontaban para tomar el mando del encuentro. Finalmente, los de Carrión se han hecho con un triunfo muy importante, que les mantiene en la zona alta de la clasificación.
