Todavía no está concluido para que los ciudadanos puedan disfrutar por completo del nuevo espacio de ocio levantado en el casco histórico de Sevilla, pero ya es oficial, ayer fue inaugurado el Metropol Parasol por el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín. Tras cuatro años de retraso, por dificultades económicas y técnicas, este ambicioso proyecto arquitectónico da un impulso agigantado y abre una nueva ventana al futuro de la ciudad.
Para todos supone un antes y un después en la capital andaluza. Cuando llegas a las Setas de la Encarnación el tiempo se detiene y la imagen se repite, viandantes alzando la vista para contemplar una obra que se erige como una competencia europea. Lo que se pretende como un espacio cultural internacional, se lleva también críticas de sus residentes, para muchos el tiempo de construcción que todavía no ha finalizado está siendo excesivo, suponiendo costes difíciles de recobrar en tiempos de crisis, pero otros, lo que no terminan de aceptar es el lugar, que según comentan vecinos rompe con la estética del casco antiguo. A pesar de los desacuerdos, numerosos fueron ayer los curiosos que acudieron a la inauguración del Metropol, que por escaleras mecánicas, tradicionales o por las rampas accedieron al primer nivel de la estructura, teniendo también la posibilidad de visionar la ciudad desde el balcón panorámico.
Riqueza y desarrollo económico son objetivos principales que se marcan las setas de la Encarnación. Una atrevida y cuestionada obra de ingeniería diseñada por el arquitecto alemán Jürgen Mayer H. Formada por seis parasoles en forma de hongos con trama de píxeles lo que permite un comprobado juego de luces durante el día, con cuatro niveles comunicados entre sí, donde se dará cabida a un punto arqueológico en el subsuelo, con entrada gratuita durante el mes de abril, a un Mercado a nivel de calle y a niveles en los parasoles destinados al ocio, cultura y espectáculos. En el máximo nivel se sitúa un balcón panorámico con vistas a la ciudad.