La Duquesa de Alba ataviada con la clásica mantilla blanca y adornada por claveles rosas amadrinó la XXVI Exhibición e Enganches que se celebró en Sevilla como preludio a la Feria de Abril. En esta edición estaba dedicada al país de Méjico por los que su embajador en España, Jorge Zermeño, con toda su familia, también participó.
Cayetana paseó en un Landon de su propiedad que fue enganchado por la ganadera Rocío de la Cámara que la acompañó, también iban con ella en el coche, sus amigas, Marta Talegón y María García de la Corona. Los diseñadores Vitorio & Luchino participaron en el desfile y dentro del concurso el toro Miguel Báez Litri participó con dos coches de su propiedad, uno de ellos iba ofreciendo una bella estampa inspirada en Sorolla, con su madre Conchita Espínola, su tía y sus hermanas, Rocío y Miriam, ataviadas con espectaculares mantones y simulando una imagen de Sorolla.
Litri nos confirmo quee su mujer Carolina Herrera no podra este año vivir la Feria de Sevilla por encontrarse en Nueva York preparando la semana de la moda.
Entre los espectadores se encontraba también el torero Paco Ojeda y uno muy especial, Alfonso Díez que desde la distancia observaba orgulloso las demostraciones de afecto que recibía continuamente Cayetana de Alba.La Duquesa y Alfonso han pasado varios días en Dueñas y han disfrutado de distintas tardes de toros, mientras que ella acude al palco de los Maestrantes, Alfonso ocupa un lugar en el coso en compañía de amigos comunes.
Mujeres vestidas de mantilla, de flamenca y de trajes de época repartidas entre los 79 carruajes, adornados elegantemente, que participaban en Una estampa muy bonita.
La duquesa de Alba, que abrió la comitiva, ya que este año ha sido la madrina del espectáculo, que causó gran expectación entre los asistentes, que no paraban de fotografiarse con ella. Portaban las banderas de España, Andalucía y México, el país invitado de honor de este año. Jorge Zermeño, embajador de México, y su esposa, vestida con traje regional, que lució en un carruaje.
Hasta 79 carruajes discurrieron tirados por caballos y mulos. Acompañando a estas obras de arte iban unas 80 mujeres vestidas de mantilla, que competían por el trofeo Victorio y Lucchino. Nueve modalidades distintas de enganches participaban en el concurso, destacando la vistosidad de los denominados cinco a la larga, de máxima dificultad para guiar. Lo que más predominaban eran los enganches a la limonera, los troncos, tresillos, cuartas y medias potencias. Llamaba la atención un niño de siete años que dirigía una jardinera a la limonera. Y una niña de doce que iba en un break a la limonera. Muchos niños y mujeres participaron en la exhibición. Los aficionados y curiosos disfrutaron de caballos de pura raza española, árabes y angloárabes. Los cocheros y lacayos iban ataviados a la serrana o bandolera, de corto y a la húngara. Las mujeres de mantilla, flamenca o con trajes de época, que dieron color a la mañana.