Mercedes Pérez, directora de la residencia SAR Quavitae Mapfre Santa Justa en Sevilla, ha asegurado hoy que la persona mayor debería ser partícipe en la toma de decisiones en la etapa previa al ingreso en una residencia, siempre que sea posible y cuando sus condiciones físicas y mentales se lo permitan, conociendo las instalaciones, servicios, profesionales para que no sea una decisión sólo por parte de la familia.
Pérez ha realizado estas declaraciones durante el transcurso del seminario Calidad de vida, a pesar de la independencia, que organiza el Centro Olavide en Carmona y en el que ha impartido la conferencia Alternativas por la calidad de vida de las personas mayores institucionalizadas en residencias. En los primeros días de ingreso en una residencia, la directora considera fundamental favorecer la adaptación de la persona al nuevo entorno, para lo cual desempeñan un papel muy importante los profesionales del centro, especialmente la figura del psicólogo y la del trabajador social. Posteriormente, es preciso desarrollar un plan terapéutico personalizado, proponiendo una serie de actuaciones, plan que debe ser revisado periódicamente.
Las personas que viven en las residencias suelen tener unas características comunes, como la alta prevalencia de enfermedades crónicas e incapacitantes, unas relaciones sociales precarias y un sistema de valores diferente. Por ello, Mercedes Pérez sostiene que la asistencia a las personas mayores en una residencia debe ir enfocada a proporcionarles un ambiente seguro, mantener y recuperar la autonomía funcional, mejorarles la calidad de vida, retrasar el avance de las enfermedades crónicas y proporcionarles comodidad y dignidad.
El objetivo principal de la residencia es cuidar a personas con diferentes niveles de dependencia, procurándoles los mejores cuidados, confort y facilitándoles la integración en la comunidad para darles la mejor calidad de vida. De esta manera, nuestra asistencia debe ir enfocada a darle vida a los años, mantener las capacidades funcionales de los mayores, promover su autonomía e integración, así como minimizar síntomas como la ansiedad y el nerviosismo, sostiene la directora.
Por último, considera que los profesionales que trabajan con personas mayores deben tener vocación de servicio, sensibilidad y sentido común, para que traten a las personas con respeto y tengan en cuenta sus circunstancias vitales y biográficas. En este sentido, Mercedes Pérez entiende que los Recursos Humanos es el componente más valioso que poseen las empresas, pues transmiten una imagen directa de la compañía para la que trabajan. Así, cree muy importante que reciban formación continuada y estén en reciclaje permanente, que se les escuche, motive y que sientan que forman parte de la empresa.