El candidato andalucista defiende que la oposición municipal de PSOE e IU, pendientes de los juzgados, no tiene capacidad para hacer frente al gobierno absolutista del PP.
El candidato del Partido Andalucista al Parlamento por Sevilla, Fernando Álvarez-Ossorio, ha lamentado hoy que sean los corruptos quienes llenen las páginas de política de los periódicos, mientras la verdadera política que se centra en resolver los problemas de los ciudadanos a costa de muchos sacrificios queda en un segundo plano.
Lamenta el candidato andalucista que los sevillanos lleven un semana repleta de noticias judiciales en la sección de política de los medios de comunicación, con la imputación del ex teniente de alcalde de Izquierda Unida, Antonio Rodrigo Torrijos, y la del ex delegado municipal de Movilidad, Francisco Fernández, del PSOE. El menú informativo prosigue Álvarez-Ossorio- continúa por el escandaloso fraude de los ERE, pasando por fiestas y drogas, y acabando por Palacetes y corrupciones en altas esferas en el gobierno balear, que también tocan a PSOE y PP.
El futuro pinta mal para Sevilla con un Partido Popular que ganó prometiendo el oro y el moro, y que ni en seis mandatos conseguirá cumplir, con una abrumadora mayoría y una oposición absolutamente tocada de corrupción y sin voz que defienda a los sevillanos de la demagogia absolutista del PP.
Álvarez-Ossorio ha argumentado que la corrupción nos impide ver el bosque de los 1,2 millones de parados en Andalucía, que es de lo que tenemos que hablar, mientras PP y PSOE se acusan de corrupción, cuando ambos saben que son el mismo gato con distinto collar. El candidato andalucista ha defendido que el reto que tenemos por delante es duro y desde luego con este cabaret de procesados, curruptos y drogas de por medio, no saldremos del drama del desempleo en el que está Andalucía.
Sin embargo, el PA es firme frente a la corrupción, sin ningún imputado en sus listas, y que estamos en pie, con la cabeza alta y las manos limpias porque somos libres de denunciar abusos y desmanes de políticos corruptos y defender a la ciudadanía desde la honestidad y la honradez. En medio de esta marejada de imputados el 25 de marzo los andaluces podrán elegir si renovar a unos por otros iguales, o apostar por un cambio en las formas y en el fondo para que la política sea más honesta, más transparente y más cercana a lo que de verdad hace falta ahora: trabajar por el empleo y por el desarrollo de Andalucía.