
Carta al director de José Francisco Pérez Moreno. Consejero-delegado, Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía.
Hoy a la hora del Ángelus del día más triste del año ha expirado nuestro compañero y amigo Rafa Lluch después de muchas horas de lucha extrema en la UCI contra una injusta, repentina, cruel y asesina enfermedad. No es fácil encontrar palabras para reflejar la tristeza y el dolor, la ternura y el cariño, la pena e impotencia, el amor y el optimismo, la incomprensión y la esperanza, la rabia y la dureza de las vivencias en una sala de espera de hospital llena de fe, devoción, oraciones y lágrimas con su familia y amigos.
Un golpe muy duro tras horas de batalla contranatura. Es difícil, casi imposible enfrentarse a la terrible noticia incomprensible, inexplicable. Y es que Andalucía pierde una pieza clave en la gestión y organización de eventos deportivos. Desde la jefatura de eventos y la gestión directiva de Deporte Andaluz ha sido eslabón fundamental en la dirección de personas y equipos de trabajo de relevantes y variados eventos deportivos en Andalucía desde el año 1996. En el seno de la empresa siempre tuvo las riendas de la responsabilidad al frente de la organización y dirección de acontecimientos deportivos, instalaciones y -sobre todo- recursos humanos. Todo músculo de la gestión, compañero de trabajo, colaborador fiel, ejemplo de cordialidad, motor.
Lleno de virtudes y valores, cercano, justo, comprensivo, trabajador, humano, igualitario, defensor de ideales. Buen conocedor del amplio espectro deportivo de Andalucía y de las gentes que lo hacen posible y lo encarnan. Un referente para las empresas y profesionales del sector del deporte. Apreciado y respetado por su dedicación y experiencia, por su carácter de diálogo y por su capacidad de entrega y superación.
Un hombre joven, deportista y querido por todos que deja muchos vacíos y muchos entornos que no volverán a ser iguales sin su bondadosa y contagiable bonhomía. Convencido y orgulloso de la unidad, talante y valía de los andaluces. Le lloran en la Capilla del Mayor Dolor en Molviedro tras más de veinticinco años ininterrumpidos como costalero de la Hermandad de Jesús Despojado cada Domingo de Ramos. Le añoran en el Colegio de árbitros de fútbol, una de sus aficiones y gremio al que también le entregó su docencia tras colgar el silbato y las botas después de tantos años de dedicación al colectivo, centenares de escenarios balompédicos y miles de kilómetros recorridos. Le recordará siempre el colectivo de licenciados de Ingenieros, una carrera que aparcó para entregarse de lleno al deporte con su peculiar y alegre espíritu de trabajo y brillantez en sus acciones.
Evocaremos el recuerdo del gran compañero y del fiel y amante esposo de la querida Mila. Le despedimos cerca de su Betis, en la parroquia de Claret, colegio del que fue alumno y comunidad educativa de sus tres hijos Jaime, Ignacio y Javier. Una dolorosa e irreparable pérdida para el mundo del deporte en Andalucía. Tu legado sigue con nosotros, con tus compañeros y amigos, con tu gente. No te olvidaremos Rafa.

