Algunas de las mayores desigualdades se producen en zonas urbanas, según el informe Estado Mundial de la Infancia 2012 difundido hoy.
En las ciudades viven 1.000 millones de niños, en muchos casos con dificultades para acceder a agua potable o saneamiento.
Según el informe Estado Mundial de la Infancia 2012: Los niños en un mundo urbano, difundido hoy por UNICEF, el proceso de urbanización está dejando a cientos de millones de niños sin acceso a servicios esenciales en las ciudades y los pueblos.
Es inevitable que la población siga aumentando en las zonas urbanas. En pocos años, dice el informe, la mayoría de los niños crecerá en ciudades grandes o pequeñas, y no en zonas rurales. Los niños que nacen en las ciudades contribuyen a que la población urbana aumente un 60%.
"Cuando pensamos en la pobreza, la imagen que tradicionalmente viene a la mente es la de un niño en una aldea rural", indica el Director Ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. "Pero hoy en día, un número creciente de niños que viven en asentamientos y barrios marginales están entre los más desfavorecidos y vulnerables del mundo, privados de los servicios más básicos y sin derecho a prosperar".
"La exclusión que sufren los niños de los asentamientos precarios no sólo les priva de la oportunidad de desarrollar todo su potencial, sino que despoja a las sociedades de los beneficios económicos que supone una población sana y bien educada", añade Lake.
En todo el mundo, las ciudades permiten que muchos niños disfruten de ventajas como el acceso a escuelas, clínicas y áreas de juego. Sin embargo, en esas mismas ciudades se producen algunas de las mayores desigualdades en áreas como la salud, la educación y el acceso a oportunidades para los niños.
El desarrollo de las infraestructuras y de los servicios no va al mismo ritmo que el crecimiento urbano en muchas regiones, lo que priva a los niños de sus necesidades básicas. Las familias que viven en condiciones de pobreza a menudo pagan más por servicios de inferior calidad. El agua, por ejemplo, puede costar 50 veces más en los barrios pobres, donde los residentes tienen que comprar a proveedores privados; mientras que en los barrios más ricos cuesta menos porque los hogares están conectados directamente a la red de suministro de agua.
Las privaciones que afrontan los niños en las zonas urbanas pobres con frecuencia quedan ocultas en las estadísticas, con promedios que agrupan en las mismas cifras generales a todos los habitantes de una ciudad, tanto ricos como pobres. Cuando se utilizan promedios de este tipo para la planificación de las políticas urbanas y la asignación de recursos, las necesidades de los más pobres pueden pasarse por alto.
Ciudades más apropiadas para los niños
Es crucial un enfoque de equidad en el que se dé prioridad a los niños más desfavorecidos dondequiera que vivan.
UNICEF insta a los gobiernos a poner a los niños en el centro de los procesos de planificación urbana y a ampliar y mejorar los servicios disponibles para todos. Para empezar, se requiere información más precisa y rigurosa para poder identificar las desigualdades existentes entre los niños de las zonas urbanas y acabar con esas disparidades. La escasez de estos datos demuestra que estas cuestiones no se han tenido debidamente en cuenta.
Si bien los gobiernos, a todos los niveles, pueden dedicar más esfuerzos a este tema, las medidas basadas en la comunidad son definitivas para alcanzar el éxito.
El informe apuesta por dar mayor importancia al trabajo realizado a nivel comunitario para combatir la pobreza urbana y da ejemplos de asociaciones que han realizado trabajos eficaces a favor de las personas más pobres de las zonas urbanas, incluidos los niños y adolescentes.
Estas asociaciones contribuyen a lograr resultados tangibles, como mejorar las infraestructuras públicas en las ciudades de Río de Janeiro y Sao Paulo, en Brasil; lograr mayores tasas de alfabetización en Cotacachi, Ecuador; o conseguir una mejor preparación ante posibles desastres en Manila, Filipinas. En Nairobi, Kenia, los adolescentes han hecho un mapa de su comunidad con información que facilita la gestión de la planificación urbana.
En México, la iniciativa Oportunidades ha facilitado la realización de transferencias de efectivo para que las familias más pobres puedan enviar a sus hijos a la escuela y pagar por servicios sanitarios tanto en zonas urbanas como rurales, logrando convertirse en un modelo para otros países.
En el ámbito mundial, UNICEF y el Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, ONU-Habitat, llevan trabajando conjuntamente 15 años en la Iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia, construyendo alianzas que sitúen a los niños en el centro de la agenda en zonas urbanas, y que proporcionen servicios y creen áreas protegidas para que los niños puedan tener una infancia más segura y saludable.
"La urbanización es una realidad y debemos invertir más en las ciudades, redoblando los esfuerzos para prestar servicios a los niños más necesitados, concluye Lake.