El 78 por ciento de los estudiantes de la Universidad Pablo de Olavide eligió su carrera como primera opción, lo que supone un incremento de 7 puntos en los últimos tres años, según se desprende de los resultados del Upobarómetro, el tercer estudio de opinión realizado por estudiantes de último curso de Ciencias Políticas y de la conjunta de Derecho y Ciencias Políticas de la UPO dirigido por el catedrático Francisco Llera.
El estudio de opinión, realizado a estudiantes de todas las titulaciones de la UPO, se divide en 6 capítulos, el primero dedicado a las motivaciones de los universitarios, mientras que en el segundo el alumnado examina a la UPO, en el tercero se dibuja el perfil sociológico y las condiciones de vida del alumnado de la Olavide, el cuarto define sus actitudes políticas, el quinto está dedicado a la identificación y preferencias políticas y el sexto, nuevo, analiza el 15-M y la calidad y reformas democráticas, a partir de una muestra aleatoria de 501 entrevistas efectivas sobre 500 previstas.
En el capítulo de Motivaciones, satisfacción y expectativas, el Upobarómetro señala que la gran mayoría del alumnado de la UPO ha podido elegir y estudia la carrera que más le gusta, pues el 78 por ciento ha elegido su carrera en primera opción, lo que supone un incremento de 7 puntos en los últimos tres años, pasando del 71 por ciento en 2010, al 75 por ciento en 2011 y al 78 por ciento en este último estudio. Además, se subraya que los estudiantes de la UPO vuelven a mostrarse muy satisfechos con sus estudios, con una puntuación de 3,81 puntos sobre 5.
Respecto al capítulo relativo a la evaluación de la Universidad Pablo de Olavide, el 48 por ciento de sus estudiantes considera que su calidad es equiparable a la del resto de universidades andaluzas, y un 32 por ciento la considera mejor. El 73 por ciento destaca el énfasis puesto por la UPO en la utilización de los medios informáticos, seguido de la importancia dada a la dedicación al estudio y la realización de trabajos académicos (un 67 por ciento) y la asistencia a eventos y actividades (un 54 por ciento). Además, una gran mayoría, el 72 por ciento, piensa que la UPO contribuye mucho o bastante a la adquisición de una educación amplia, y de conocimientos y destrezas relacionadas con el trabajo (71 por ciento).
En cuanto al capítulo dedicado al perfil de los estudiantes y sus condiciones de vida, a la mayoría de los alumnos les está afectando la actual crisis económica mucho (29 por ciento) o bastante (34 por ciento). La gran mayoría (86 por ciento) son andaluces, sobre todo de Sevilla (66 por ciento), y provienen de familias de clase media (un 61 por ciento), cuyos padres están en activo (un 80 por ciento). Casi dos de cada tres, el 63 por ciento, solamente se dedican a sus estudios.
LOS ESTUDIANTES Y LA POLÍTICA
El Upobarómetro indica que estamos ante un alumnado cada vez más politizado. Así, en el capítulo Politización y Actitudes Políticas de los estudiantes de la UPO, un 64 por ciento dice tener mucho o bastante interés por la política, frente al 57 por ciento del año pasado. El alumnado sigue dividido entre quienes afirman tener mucho o bastante nivel de información política (un 51 por ciento) y los que no (un 49 por ciento). El medio por el que más se informan de los temas políticos es la televisión, en un 86 por ciento. Un 67 por ciento utiliza Internet para informarse de temas políticos y, además, con bastante frecuencia (un 58 por ciento), a través de los periódicos digitales -un 58 por ciento- fundamentalmente.
El incremento significativo del malestar democrático en el último año hace que hoy sean mayoría quienes dicen estar insatisfechos (el 76 por ciento frente al 57 por ciento del año pasado) con el funcionamiento de nuestra democracia.
Respecto al capítulo del Upobarómetro sobre Identidad y Preferencias Políticas, solo algo más de un tercio del alumnado (un 38 por ciento) dice identificarse, con mayor o menor intensidad, con algún partido político. El Partido Popular es el que más identificación concita, con un 33 por ciento, seguido por el PSOE, con un 31 por ciento. Un 83 por ciento de los estudiantes afirman haber votado en las elecciones generales del 20-N. Casi dos de cada tres tenían decidido su voto antes del inicio de la campaña electoral, y del 35 por ciento que se decidió durante la campaña, la mitad lo hizo en la recta final. El voto a los partidos fue coincidente con el voto del conjunto del país y de Andalucía.
En cuanto a los líderes políticos, en un contexto de suspenso casi generalizado y un alto nivel de desconocimiento, solo Rosa Díez logra superar el aprobado (5,4) en la escala de 10 puntos de valoración de su labor política. Le sigue Alfredo Pérez Rubalcaba, que roza el aprobado (4,6) tras intercambiar con la anterior la primera posición de hace un año. Les siguen Cayo Lara y Diego Valderas, con un 4,4, Pilar González (4,3), Iñigo López de Uralde (4,2) y Javier Arenas (4). Cierran la lista con un 3,9 Mariano Rajoy, José Antonio Griñán y Martín de la Herrán.
En cuanto a Andalucía, la valoración negativa (48 por ciento) define la posición mayoritaria del alumnado de la UPO sobre la gestión de José Antonio Griñán como presidente del Gobierno andaluz, tras un incremento de los críticos de 17 puntos en el último año. Ahora, el preferido para presidir el Gobierno andaluz es Javier Arenas (24 por ciento), frente a un 13 por ciento que prefiere a José Antonio Griñán.
Sobre las elecciones autonómicas del 25 de marzo, el PP, con una intención de voto del 25 por ciento, mantiene la ventaja con respecto al PSOE (un 19 por ciento). Le siguen IU, con un 13 por ciento, UPyD, con un 8 por ciento, y el PA y Equo con un 3 por ciento. No obstante, casi dos de cada tres estudiantes de la UPO (el 61 por ciento) dan al PP por seguro ganador frente a uno de cada cinco que sigue apostando por el PSOE.
Finalmente, respecto al nuevo capítulo sobre el 15-M y la calidad y reformas democráticas, seis de cada diez alumnos de la UPO afirman simpatizar mucho o bastante con el movimiento 15-M, mayoría que sube al 66 por ciento entre quienes piensan que sus demandas y reivindicaciones afectan a la mayoría de la sociedad española. Aún son más (71 por ciento) quienes demandan un diálogo entre las instituciones y el 15-M para tratar de dar respuesta a sus demandas. Sin embargo, un 63 por ciento no le ve demasiado futuro al movimiento, y solo un 31 por ciento dice haber participado en alguna de las actividades promovidas por el 15-M.
Asimismo, el respeto a las minorías (un 87 por ciento), los intereses de sus votantes por encima de la disciplina del partido (un 86 por ciento), y la atención a las demandas de los afectados por parte del Gobierno (85 por ciento) son los valores democráticos en los que, en opinión de los alumnos, ha de basarse un país. Casi la misma unanimidad se produce a la hora de apoyar algunas reformas para el sistema democrático, como son aumentar los impuestos a las grandes fortunas (un 75 por ciento), el recurso a referéndum para temas de especial importancia (un 75 por ciento) o la reforma del sistema electoral (un 73 por ciento).
Finalmente, la mayoría de los estudiantes (55 por ciento) apoya la supresión del Senado mientras que la reducción del número de municipios (40 por ciento) o la recuperación de competencias autonómicas por parte del Estado (36 por ciento) producen más división. Sin embargo, la opinión mayoritaria (un 58 por ciento) es contraria a la privatización de servicios públicos.