Desde la compañía española Trigasia, dedicada a la investigación y desarrollo de productos LED, sus responsables han elaborado un informe sobre cómo afecta al consumidor final el actual estado del mercado de la iluminación. En estos momentos la tecnología de iluminación LED se encuentra en una situación un tanto peculiar, por un lado su implantación a nivel comercial es muy reciente, y por el otro, su ciencia está en un avance constante. Esto provoca que convivan diseños antiguos y obsoletos junto con otros más modernos, e incluso con los de más reciente aparición en el mercado como son los llamados microLED o LED COB, explica José María Gallardo, director general de la enseña.
Así el mercado de la iluminación LED presenta una fragmentación muy clara, que no suele percibir el consumidor. En tanto en cuanto se trata de un nuevo producto, la base tecnológica en la que se fundamenta, y que está en constante evolución, requiere tener en cuenta muchos parámetros, algo que no ocurre con los sistemas de iluminación tradicionales. En el caso de las lámparas LED no sólo hay que tener en cuenta la calidad del propio diodo, además necesita una electrónica, una conexión entre el LED y el resto de componentes electrónicos, un disipador de calor, una óptica y una base. Con muchos fabricantes y sistemas para cada uno de los componentes, en el mercado conviven lámparas francamente pobres con otras de muy alta calidad. Por esto se hace necesario saber distinguir lo bueno de lo menos bueno, de lo malo y de lo malísimo. Y lo importante también es que todos los componentes tengan un equilibrio y una proporcionalidad, razona José María Gallardo.
Con una adopción cada vez mayor de esta tecnología de iluminación a escala mundial, los responsables de Trigasia consideran como responsabilidad del sector el dirigirse a los consumidores. Siendo un sistema tan moderno, ¿cómo puede una persona que no tenga formación en estos asuntos técnicos elegir el producto que mejor se adecue a sus necesidades? Por nuestra parte queremos aconsejar que se fije, o se informe, de los siguientes puntos:
- El tipo de LED. Si es SMD 3528, 3060 ó 5060, vamos por buen camino; si es LED COB, mejor que mejor; si es SMD 0.5, desconfíe, son los más antiguos.
- La marca del diodo, no de la lámpara. Si es americano, japonés o algún coreano (Cree, Luxeon, Nichia, Philips, Osram, Itswell, Samsung), y aunque algunos son mejores que otros, bien; si es taiwanés o chino, en general será peor.
- El color de la luz. Si es tan fría que casi es azulada, malo, ya que muchos fabricantes emplean esto para compensar la eficiencia.
- La cantidad de luz. Trate de leer el periódico a una distancia prudencial y compárelo con otra lámpara sucesivamente, así puede decidir con cuál ve mejor.
- La apertura óptica. Si es muy cerrada (20º hasta 25º) solo dará luz en el eje. Es preferible aperturas de entre 30º y 45º para una buena iluminación.
- El disipador de calor. Debe ser de aluminio, con aletas y sólido. Desconfíe o deseche los que sean de otros materiales (plástico, calamina, etc.). Y cuanto más pesado, mejor. Esto será decisivo en la duración de la lámpara, que depende en gran medida de la temperatura a la que funciona. Después de estar encendida la lámpara un buen rato, tóquela con la mano. Si está tibia o solo calentita (40ºC), vale; si está más caliente, cuidado.
Dentro de la variedad de productos en el mercado, el precio suele ser indicativo de la calidad, pero la cuestión es que no se necesitará la misma calidad para una lámpara que va a estar encendida dos horas al día, que en una oficina o en un parking, donde el alumbrado puede estar funcionando 24 horas al día los 365 días al año. En cada caso particular estará indicado un tipo de lámpara con una calidad determinada. Por esta razón en Trigasia disponemos de dos series, la Serie TG (en la que empleamos conexiones con hilo de oro) y la Serie MG, para poder, dentro de una calidad excelente, satisfacer todas las necesidades, finaliza José María Gallardo.
Trigasia es una compañía española especializada en la investigación, desarrollo, fabricación e importación de productos de tecnología de iluminación LED de alta potencia. Por ello, y en su afán de mejorar día a día, busca las materias primas, testa y desarrolla todas las partes de la lámpara de manera individual, utilizando los más altos estándares en dichos componentes.
Trigasia cumple estrictamente la normativa europea, incluso superándola, puesto que sus productos no contienen ninguna cantidad de wolframio (como las lámparas incandescentes o halógenas), ni de mercurio (como muchas lámparas de descarga y fluorescente) y no emiten radiaciones UV ni IR.
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