Mientras que la última EPA (Encuesta Población Activa) refleja que España ha superado ya largamente los seis millones de parados en este primer trimestre de 2013, nos encontramos con que España, en 2012, España fue el país que más teléfonos móviles adquirió en la Unión Europea, por encima de Reino Unido o Francia, por ejemplo.
No deja de ser interesante la comparación entre ambos datos. Hay recortes en Sanidad, en Educación, en Energías Renovables, etc. Indudablemente, hoy día los españoles viven peor que hace un año, y mucho peor que hace cinco, pero sin embargo, parece que nadie se priva de los teléfonos móviles.
El Iphone 4S, por ejemplo, que siempre fue símbolo de lujo y exclusividad, fue vendido ampliamente en España, siendo el smartphone más vendido del año, siguiéndole muy de cerca el Samsung S3, otro móvil de alta gama. ¿No hay dinero para pensiones ni para becas pero sin embargo los españoles seguimos gastando dinero en telefonía móvil de alto coste? ¿No resulta contradictorio?
Este mismo año se retiraron las ayudas por parte de las compañías telefónicas para adquirir teléfonos, y sin embargo, eso no se notó. Difícilmente puede encontrarse una explicación al hecho de que cada día (ya casi dos millones) más familias tienen a todos sus miembros desempleados y sin embargo las ventas de un producto que no parece de primera necesidad, no sólo no descienden, sino que aumentaron en un año de crisis absoluta.
¿Estamos tan mal? ¿Hay una economía sumergida que sostiene la situación y que permite datos tan curiosos como ese? Es lo único que, personalmente, se me ocurre, de otro modo, la necesidad llevaría a prescindir de iphones, cuando hay gente que apenas tiene para comer.
Supongo, no me queda otra que pensar, que incluso en esto España es diferente. Estamos mal, pero parece que las compañías de teléfono no lo dirán así, ¿no?