Segundo partido del grupo B del Mundobasket 14, en esta ocasión, entre Costa Rica y Argentina, en el que, sobre el papel, iba a ser el partido más igualado de la jornada en Sevilla.
Partía como favorita Argentina, que pese a no tener a Ginobili, sigue contando entre sus filas con jugadores de nivel mundial y con un espíritu competitivo que va en los genes y que exprime sus caulidad y minimiza sus defectos. Frente al combinado sudamericano, los boricuas llegaban con ganas de hacer un buen partido y aprovechar la dirección de Barea.
El partido empezó con poco ritmo, con un Nocioni inspiradísimo que anotó 8 puntos en el primer cuarto, y con un Scola centradísimo en defensa y moviendo el juego desde el poste bajo. Costa Rica jugaba al son que marcaban Prigioni y Campazzo, que pese a no tener su mejor día, siempre tuvieron controlado el encuentro.
Poco a poco, los albicelestes fueron escapándose en el marcador, merced más a un mayor acierto en el tiro que a un dominio real del partido. Así las cosas, sin apenas pisar el acelerador, el primer cuarto ya reflejaba la superioridad técnica argentina, que ganaba 27-19.
Tras el parón, Puerto Rico se armó mejor en defensa, empezó a encontrarse cómoda dirigida por un Barea que demostró por qué es la bandera de este equipo (se marchó hasta los 24 puntos y 4 asistencias en menos de media hora de juego).
En Argentina, Safar, Scola y Nocioni seguían sumando, sin perder comba de la ligera reacción boricua, llegándose al descanso con un 38-45 que reflejaba la superioridad ofensiva argentina, pero no una clara diferencia entre ambos conjuntos. Durante el parón, Julio César Lamas, seleccionador argentino, debió dejar claro a sus jugadores que un despiste podía costarles un susto similar al vivido horas antes por Croacia, de modo que Argentina salió enchufadísima, especialmente en defensa.
Sólo once puntos fue capaz de anotar Puerto Rico en el tercer cuarto, por los 24 de una Argentina que notó el acierto de Nocioni y Scola de cara al aro, y que rompieron el partido definitivamente. Las ventajas comenzaron a rondar los 20 puntos, y los puertorriqueños arrojaron la toalla con diez minutos aún por disputarse. Se llegaba al último cuarto 49-69, pero Argentina olía sangre, y salió a morder y buscarla.
Quizás por ganas de agradar a un público que abarrotó el Pabellón, o quizás porque los caribeños se dejaron ir, en el último cuarto se vivió un correcalles que llevó el encuentro hasta el 75-98 definitivo. Por el camino, un par de amagos de tangana entre argentinos y puertorriqueños, que creía que Argentina estaba empezando a disfrutar de la humillación, y un recital anotador del trío Nocioni, Safar y Scola, que anotaron 56 puntos entre los tres y que dejaron claro que serán un quebradero de cabeza para cualquier rival.
El punto negro para los argentinos, algunas pérdidas de balón de Campazzo, que tiene la imposible tarea de cubrir la baja de Ginobili, y que puede notarse más cuando el rival tenga mayor entidad que la selección centroamericana.
En lo positivo, Scola empieza a ser como los buenos vinos, mejora con los años, cada día hace más cosas bien y es actualmente uno de los jugadores más inteligentes del baloncesto FIBA.
http://www.fiba.com/es/basketballworldcup/2014/3008/Puerto-RicovArgentina