Star Wars: The Force Awakens (USA, 2015). Director: J.J. Abrams. Guión: Lawrence Kasdan, J.J. Abrams y Michael Arndt. Fotografía: Daniel Mindel. Música: John Williams. Actores: Daisy Ridley, John Boyega, Harrison Ford, Carrie Fisher, Oscar Isaac, Adam Driver, Domhnall Gleeson, Max von Sydow, Gwendoline Christie, Lupita Nyong'o, Andy Serkis, Anthony Daniels, Mark Hamill, Peter Mayhew, Kenny Baker, Katie Jarvis, Christina Chong, Miltos Yerolemou, Warwick Davis.
Desde que saltó a la fama con la serie ?Perdidos?, J.J. Abrams se ha convertido en el relevo generacional de Lucas y Spielberg; es el nuevo super-cineasta que suele combinar la doble faceta de dirección y producción de sus películas, y que actualmente ocupa el pódium de los creadores de blockbusters. Además de fabricar sus propios productos, Abrams se ha convertido en un especialista en recoger la batuta de franquicias ya existentes y darles un nuevo enfoque (Misión Imposible, Star Trek y ahora Star Wars), pero no lo hace como el elefante que entra en una cacharrería, sino todo lo contrario: se muestra muy respetuoso con la esencia de la saga y con todo aquello a lo que están acostumbrados sus seguidores.
En el caso de Star Wars, Abrams ha huido del infantilismo, los muñecotes y el abuso infográfico de la nueva trilogía que hizo Lucas (episodios I al III), y ha vuelto a los orígenes, a la historia que nos contaron en los 70, de hecho con la misma estructura argumental del episodio IV y algunos elementos del V, como un nuevo personaje que sustituye a Yoda. Se agradece mucho la sensación de realidad que han conseguido con los efectos especiales (como en la época de las antiguas maquetas), todo parece físicamente real, al estilo de hace casi 40 años, nada que ver con la descarada pirotecnia digital de La Amenaza Fantasma o El ataque de los Clones.
Este Renacer de la Fuerza conserva todo el espíritu del primer Star Wars, jugando con viejos elementos y creando nuevos personajes que tienen sus equivalentes en la antigua trilogía, como el robot BB-8 que sustituye a R2-D2, y escenarios que nos recuerdan a otros ya conocidos, como una cantina muy similar a aquella en la que conocimos a Han Solo. Para los forofos de la saga es un placer reencontrarse con los cazas imperiales (los Tie) o los X-Wing de los rebeldes; y por supuesto el mítico Halcón Milenario (su primer vuelo en un planeta desértico es una de las mejores secuencias de la cinta).
Hay momentos magníficos en una cinta que te mantiene enganchado durante dos horas y cuarto, y no sólo las escenas de acción; los encuentros entre Han Solo y la Princesa Leia poseen la profundidad y la emoción que se esperaba de ellos (el personaje de Solo ?excelente Harrison Ford- es de lo mejor del filme). Y a la cabeza del reparto la joven Rey, una chatarrera que sobrevive en un planeta desértico y que guarda similitudes con Luke Skywalker; es una de la principales novedades de Star Wars: el protagonismo de la mujer en una historia que estaba dominada por los hombres; ahora las chicas son guerreras y hasta vemos a mujeres pilotando entre los rebeldes. La actriz Daisy Ridley será el hilo principal de una saga que va a continuar (ya está anunciado el episodio VIII para 2017), y su personaje es todo un acierto, perfectamente dibujado y diseñado para tomar el relevo; es una sabia combinación en forma femenina de Skywalker y Solo.
En suma, una película especialmente pensada para los adoradores del universo Star Wars, donde no falta el guionista Lawrence Kasdan (autor de El Imperio Contraataca, la mejor cinta de toda la serie), la espléndida partitura de John Williams o el humor y la ternura de Chewbacca.