Las calles del barrio sevillano de la Alameda, se engalanó al paso de la Virgen marinera del Carmen de Calatrava en su procesión hacia el río Guadalquivir. Una de las procesiones más antiguas no solo de gloria, sino de ámbito en general de Sevilla. En cabezada el brevísimo cortejo hacia el río una hermana portando la corona de laurel que posteriormente seria lanzada al agua en homenaje de los marineros difuntos.
La Virgen del sevillano Cristóbal Ramo vestía un manto con decoración pintada que incluye el escudo de la ciudad hispalense en la Parte de atrás. La procesión iba arropada por un gran número de devoto y cofrades, sin orden determinado.
La virgen del Carmen iba acompañada por la Real Liga Naval Española, los marinos de la Marina Mercante y por miembros de la Armada Española.
El exorno floral estuvo compuesta por lisiantum, margarita y lilium y a demás con la decoración tradicional red de pesca colgada ante los faldones del paso de damasco rojo.
Con mucho cuidado la patrona del los marineros fue bajada de su paso en unas andas, hasta el pequeño pantalán, ubicado debajo del puente de la barqueta por las distintas instituciones marineras y subida después a la barca adornada con banderas de España y con telas de los colores carmelitas que rodeaban la embarcación incluso los ramos grade de flores del paso fueron trasladado a la barca para seguir adornando a la Virgen. En el momento del embarque sonó el Himno Nacional de España en la cual la marinería presentó su saludo militar.
Este año al no ver barco para la procesión fluvial, los miembros de la marina desfilaron por la orilla del río con la Banda de música de la Cigarrera bajo la dirección de Rosa González Macías.
Cerca ya del puente de la pasarela, tuvo lugar el acto de homenaje a los marineros difuntos con una oración en su memoria por parte de su hermano mayor Pedro Sánchez Pérez.
En la embarcación y en la procesión estuvieron por parte del consejo de cofradía Miguel Ángel Martín López, el hermano mayor de la Candelaria Madre de Dios Moisés Veretti Hernández el capataz del paso Antonio Santiago y varios representantes de la marina, entre otros.
Fotos Antonio Rendón Domínguez