Chipiona rindió el pasado sábado, 7 de abril, un cálido y sentido homenaje a Luis Díaz Quintero, concejal de su Corporación en cuatro mandatos alternos: De 1979 a 1983, cuando gobernó con la Unión de Centro Democrático siendo alcalde Miguel Valdés; de 1987 a 1991 ya como edil de Alianza Popular; de 1995 a 1999, cuando gobernó con el Partido Popular y Justo Masot de alcalde; y de 2003 a 2007, también con el PP, formación de la que sigue siendo militante. Entre otras aportaciones a la sociedad chipionera, destaca como fundador a la Asociación de Comerciantes e Industriales y de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Cautivo.
Este reconocimiento institucional fue aprobado el pasado día 5 de marzo por la Comisión para la revisión del callejero a propuesta Espacio Vacío. En representación del colectivo cultural intervino Andrés Gómez, que destacó de Díaz Quintero su implicación social, así como su humanidad y capacidad de diálogo. Concluyó diciendo que “Luis Díaz Quintero es una persona a la que hay que escuchar con interés porque le duele Chipiona y los chipioneros”.
El Cronista de la Villa, Juan Luis Naval, fue el encargado de glosar la trayectoria política del homenajeado y su aportación social en la defensa del comercio y la industria local tras ser fundador y primer presidente de la asociación que agrupa a los empresarios locales.
La alcaldesa de Chipiona, Isabel Jurado, destacó que para ella era un honor estar presente en el reconocimiento “a quien fue un gran político que trabajó con humildad, que es una buena persona y que siempre luchó por conseguir lo mejor para Chipiona, no dudando en trabajar mano a mano con quien fuera sin mirar el color político”.
Díaz Quintero, tras agradecer a Espacio Vacío su propuesta y al Ayuntamiento que la haya hecho posible, repasó su trayectoria vital que, afirmó, se divide entre la vida laboral y la dedicación a la política. Recordó cómo trabajaba desde que era sólo un niño y la forma en la que se fue haciendo primero pintor y luego constructor. También recordó los detalles de la fundación de la Hermandad de Jesús Cautivo, en la que participó decisivamente, y de la Asociación de comerciantes e industriales, en cuya creación también estuvo presente y de la que fue su primer presidente. Precisamente y refiriéndose a su gestión al frente de la Aci, señaló que sintió mucho que Miguel Valdés dimitiera tras la huelga que convocó la entidad y que tuvo un apoyo masivo. “Yo no quería que se fuera, sino que bajara los impuestos”, subrayó tras reclamar el reconocimiento al legado de Valdés al frente de la Corporación.
Fiel a sus ideas, el homenajeado defendió la gestión responsable de la economía municipal y abogó por un pacto municipal para salir del atolladero en que se encuentra. Como balance de su larga vida de servicio público explicó que ha sido una experiencia que cualquiera debería vivir y que ha sido posible gracias al apoyo y el cariño de su familia y, sobre todo, de su mujer, Isabel Jurado Miranda.
En el acto también intervinieron los portavoces de los tres grupos de la Corporación, Javier Díaz del PP e hijo del homenajeado, María Naval por el PSOE e Isabel María Fernández por Izquierda Unida. También participaron el delegado de Cultura, Rafael Pastorino, el edil socialista Lucas Díaz, sobrino de Díaz Quintero, Juan Luis Acuña en nombre de la Hermandad de Jesús Cautivo y Diego Racero, presidente de Acitur.