Aunque Chipiona no haya tenido un Puerto de importancia como para realizar las exportaciones de sus productos al exterior, no quiere decir esto que no se hicieran. Existe documentación suficiente que acredita que al ser un pueblo costero y estar cercano a la desembocadura del Guadalquivir estas exportaciones se realizaban con bastante frecuencia.
Desde el siglo XVI, tenemos noticias de ello, está corroborado en el libro "Cádiz y su Provincia" de Ediciones Gever, donde en su página 262 dice que: <<Siendo Jerez y su comarca la zona vitivinícola reina de la Provincia de Cádiz, había otras poblaciones pertenecientes a la misma que lanzaban sus caldos con bastante buena fortuna hacia la exportación a Indias, con una cotización similar a la de los jerezanos, entre ellas Chipiona que participaba en el negocio.>>
Fray Diego de Carmona Bohórquez, agustino chipionero nos relata en su libro Historia Sacra escrito a principios de siglo XVII: <<Sácase de Chipiona todos los años para embarcarse a tierras extrañas (además del que se gasta en el pueblo y tierras convecinas) buena cantidad de vino, en particular un género del que llaman "bastardo", que es vino de notable regalo, por ser dulce y suave.>>
<<Embarcase por el muelle de Chipiona gran suma de botas de vino, así del pago que allí llaman Brevas, a el cual hermosean infinitos caseríos y desde donde se ve uno y otro mar, como de todo el término y de los convecinos.>>.
Se exportaba desde el puerto de Chipiona, no sólo el vino de Chipiona, sino también el de otras poblaciones como dice Carmona Bohórquez sino de otros pueblos como podemos ver en este caso que a continuación expongo, como unos mercaderes de Sanlúcar de Barrameda trataban de sacar desde Chipiona unas cincuenta botas de vino.
Se trata de un acta judicial que se conserva en nuestro Archivo Municipal donde se trata sobre una discordia producida en Chipiona sobre si se debía de pagar impuestos o no por sacar el vino desde el puerto de Chipiona. Se pagaba entonces un real por cada bota y refleja también como los ciudadanos trataban de eludir el pago de dicho impuesto.
Resumido un poco dice así:
<<El diez de octubre de 1629, el alcalde Pedro Vaéz, dijo que le habían llegado la noticia a través de Juan Márquez, vecino de la villa de Rota, arrendador de las rentas de alcabalas de esta villa, que unos vecinos de Sanlúcar que habían traído cincuenta botas de vino para sacarlas por el puerto de Chipiona.>>
<<Dijo que no la sacaran hasta tanto pagaran a Juan Márquez el derecho de mollaje que en esta dicha villa se paga a su Excelencia el Duque de Arcos y al susodicho en su nombre como su arrendador.>>
<<Pedro Colón, vecino de esta dicha villa, llegó al tiempo que se estaba haciendo esta notificación y tuvo con el dicho Juan Márquez y con el escribano, muchas palabras de injuria, de donde pudo resultar gran pesadumbre porque dijo con grandes voces y cólera, que este lugar era franco de mollaje y de alcabalas, y viene aquí Juan Márquez a pedir lo que no se le debe.>>
<<Informado de que era debido a las rentas de su Excelencia lo que se pedía, respondió que todos los vecinos que lo decían mentían y no decían verdad, de tal manera que si no fuera por uno de los mercaderes que sacaban las botas, que se allanó a pagar la dicha imposición, podría haber sucedido una gran pesadumbre y escándalo en esta villa ya que había amenazado a los testigos.>>
A comienzo de siglo XX, con el paso del tiempo, la importancia de bodegueros como la Casa Caballero y otras más, y la construcción del Muelle o Amarradero donde actualmente está el Puerto Deportivo-Pesquero las exportaciones aumentaron considerablemente realizándose importantes exportaciones hacia Inglaterra, Países Bajos y América como podemos ver en las fotografías de los periódicos de la época.
Juan Luis Naval Molero. Cronista Oficial de la Villa de Chipiona.
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