-
Recibió las máximas condecoraciones de la abogacía española y sevillana
-
Asistieron 400 personas de todo el ámbito jurídico sevillano
- https://youtu.be/Vh9OJYwtT1w
- José Joaquín Gallardo, decano de los abogados sevillanos durante los últimos 24 años, recibió este jueves el homenaje de 400 jueces, letrados y profesionales jurídicos. Fue un sentido tributo a su faceta humana y profesional que se vio acompañado por las dos máximas condecoraciones de la abogacía española y sevillana: la gran medalla al mérito de la abogacía y la medalla de honor del Colegio de Abogados de Sevilla.
Tuvo lugar en el Casino de la Exposición y fue ante todo un homenaje a la figura humana de José Joaquín Gallardo y su dedicación incondicional a los compañeros abogados, pero también un reconocimiento a su labor a favor del prestigio de la profesión y la proyección que consiguió para ella en la ciudad.
Estuvieron presentes la delegada del Poder Judicial en Andalucía Occidental, Begoña Rodríguez; el presidente de la Audiencia, Damián Álvarez; el fiscal jefe, Luis Fernández Arévalo, y también numerosos magistrados que lo conocieron en el pasado y que viajaron especialmente a Sevilla para el acto como Santiago Martínez-Vares, ahora magistrado del Tribunal Constitucional, o Miguel Carmona, ex presidente de la Audiencia provincial.
También estuvieron el alcalde de la ciudad, Juan Espadas, los decanos de todos los colegios de abogados andaluces y hasta dos religiosas en representación del convento de San José de la Montaña a las que ayudaba Gallardo.
Victoria Ortega, presidenta del Consejo de la Abogacía Española, le entregó la gran medalla al mérito de la abogacía y relató la anécdota de que estuvieron a punto de no otorgársela “porque nadie en el Consejo se creía que no la tuviera todavía”. El actual decano de los abogados sevillanos, Oscar Cisneros, le hizo entrega de la medalla de honor de la institución, su máxima distinción.
La delegada del Poder Judicial destacó de Gallardo su “forma de ser cercana y respetuosa” y el hecho de que durante todo su mandato todo el mundo sabía en Sevilla quien era el decano del Colegio de Abogados. Gallardo “aportaba luz cuando parecía que lo que quedaba por delante eran solo caminatas en la oscuridad”, afirmó, y añadió que “dejar el decanato no le cuesta solo a él sino a todos los demás”.
Damián Álvarez, presidente de la Audiencia de Sevilla, definió al homenajeado como “una persona que a diario hace gala de su apellido, Gallardo” pero a la vez, como buen currista, “tiene la misma mano izquierda que el maestro”.
“Ha escrito con letras de oro un largo capítulo en la historia de la abogacía sevillana, ha hecho que la profesión de abogado se dignifique y se prestigie y merece ser considerado el Rafa Nadal de la abogacía sevillana”, afirmó Damián Álvarez.
Jorge Piñero, como amigo y compañero en la Junta de Gobierno, destacó de los 40 años que lleva junto a Gallardo su “disponibilidad absoluta y permanente durante todos los días del año y todas las horas” con “generosidad y sin discriminación, tratando a todos por igual y con un concepto de la Justicia increíble”. Junto a ello, recordó otra faceta menos conocida como la de “tener ideas nuevas, ponerlas en marcha y una capacidad de improvisación para quitarse el sombrero”.
Su sucesor como decano, Óscar Cisneros, dijo que Gallardo consiguió la “omnipresencia de nuestra corporación en la ciudad, tenía el don de la ubicuidad porque podía estar en dos o tres sitios a la vez” y subrayó su idea de representar a "un colectivo de profesionales fundamentales para la subsistencia del estado democrático de Derecho”. Cisneros afirmó que continuará luchando por muchas de sus reivindicaciones como la retribución digna para la justicia gratuita.
En su respuesta, Gallardo manifestó que solo se ha dedicado “a hacer lo que aprendí en el colegio de los Maristas, he intentado servir a los míos porque en ese servicio encontraba la satisfacción de sentirme útil”.
"Me he sentido feliz y realizado en ese servicio por el que hoy me tributáis un homenaje”, recalcó.