Numerosos usuarios de las zonas lúdicas del pinar chipionero han manifestado a la Delegación Municipal de Medio Ambiente su malestar por la proliferación de procesionaria y el consiguiente riesgo para la salud de personas y animales de compañía. Ello ha llevado al departamento que dirige Sebstián Guzmán Martín, concejal de Izquierda Unida, a solicitar a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía el fumigado del pinar, manifestando a su vez que, si la administración autonómica no pudiera llevarlo a cabo, el consistorio estaría dispuesto a realizarlo con medios propios. En este último caso, apunta, utilizaría productos recomendados por el biólogo municipal que están autorizados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Desde el área que dirige Guzmán Martín se recuerda que la gestión del Monte Publico es competencia de la Consejería de Medio Ambiente por convenio firmado con el Ayuntamiento de Chipiona con fecha 7 de septiembre de 2004 y que todos aquellos trabajos forestales de cualquier índole que se pretendan ejecutar en el mismo deben contar con la pertinente autorización de la Junta.
En una nota púlbica, la Delegación de Medio Ambiente señala que todos los años el grupo ecologista CANS informa en estas fechas de la alarma ciudadana que se crea por la aparición de la Procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa). Ahora, explica el colectivo, es el momento en el que su fase de larva la convierte en un peligro, tanto para las personas, como para los animales, por lo que pide mucha precaución si se visita el pinar o se vive cerca y en ningún caso tocar o manipular las orugas.
Medio Ambiente también se hace eco de que el Grupo Ecologista CANS explica que existe una mala creencia en cuanto a otra oruga que también en este momento del año aparece por los campos y parcelas de la zona, la Oruga Lagarta Peluda (Ocnogyna baetica), una larva parecida a la famosa procesionaria, pero inofensiva para las personas y animales. Por fortuna, precisa, es muy fácil diferenciar ambas especies, ya que la oruga peligrosa siempre se desplaza en fila, como si de una procesión se tratara (de ahí su nombre), mientras que la oruga inofensiva se mueve de manera dispersa.
Sebastián Guzmán quiere agradecer públicamente la colaboración desinteresada de los ecologistas del Grupo CANS y recomienda a la ciudadanía que extreme las medidas de precaución en esta época en que es más frecuente encontrarse en las zonas de pinar con orugas procesionarias.