José Luis Lledó, decano del Colegio Notarial de Andalucía, que agrupa a unos quinientos notarios de las ocho provincias andaluzas, Ceuta y Melilla, quiere acercar la figura del notario a la ciudadanía y señala algunos pasos que se han dado en esta dirección como la potestad para celebrar bodas o el asesoramiento gratuito a los ciudadanos antes de firmar una compra-venta de una vivienda. Crítico con la dispersión fiscal que rige en España y que contradice, en su opinión, el artículo de la Constitución que consagra la igualdad de todos los españoles ante la ley, se muestra de acuerdo con el deseo de la ministra de Hacienda de armonizar algunos impuestos como el de sucesiones «pero a la baja -advierte-, no al alza».
La imagen tradicional del notario es la de un señor bastante alejado de la ciudadanía y con mucho dinero. Usted se propuso acercarla a todo el mundo cuando fue elegido decano de los notarios andaluces en 2016. ¿Cree que lo ha conseguido?
Creo que la imagen del notario de ahora no es la que se tenía antes de un señor que estaba al final de una mesa que leía unas cosas muy rápidamente que a la mayoría de la gente le costaba mucho trabajo entender. Ahora es un profesional más cercano que asume otras funciones y explica las cosas con calma y resuelve todas las dudas. Respecto a lo del dinero, es cierto que hubo notarios durante la época del «boom inmobiliario» que firmaron miles de escrituras pero no es el caso del notario medio actual. Hay cosas que son más caras como las herencias con muchos herederos o las compraventas de un piso pero hay otras muy baratas como un testamento. Nosotros cobramos por folios.