La Real Liga Naval Española invitó a dar un paseo por el río Guadalquivir a las instituciones de la mar sevillana. En un barco solar, eléctrico, ecológico y silencioso, sin humo ni molestos olores y con asientos muy cómodos.
Con motivo de las fiestas onomásticas de la Virgen del Carmen patrona de los marineros. Sevilla no tiene mar pero las instituciones de marinería hispalense a la que se encomienda la gente del mar, se pasearon en dicho barco ecológico, por lo más parecido al mar que tiene la ciudad: el río Guadalquivir.
Los casi 41 grados que marcaba el termómetro aunque no tenga salida directa al mar si tiene un cauce que significó mucho hace unos cuantos siglos. Hoy ha quedado para entrada de grandes barcos llenos de turistas por conocer esta ciudad que gracias, precisamente al río, fue clave en el siglo XVI.
Después de unos aperitivos y cervezas, la marinería realizó la oración al ocaso, que se canta al final de cada jornada en todo los barcos de la armada. A continuación se echaron al agua, unas flores en recuerdo de los marineros y hombres de la mar y a todos aquellos hombres y mujeres que dando sus vidas por el mar, en el la perdieron.
En el paseo fluvial estuvieron, la Comandancia naval de Sevilla con su comandante D. Javier Albert Pérez, el delegado en Sevilla de la Real Liga Naval Española, D. Jesús Lamia Gómez y sus miembros, la Asociación ARES de Reservistas Españoles, la Asociación Española de la Hermandad Monárquica, la Universidad de la Cámara de Mareantes, los infantes de marina, acompañados de varios miembros de la armada y de los mareantes del surFoto Antonio Rendón Domínguez