Desde hace unos años los desfiles del Tercio de Olivares se han convertido en una imagen habitual relacionada con los principales fastos históricos. En esta ocasión, y como homenaje al pintor Diego Velázquez, la Asociación Tercio de Olivares y la Fundación Casa Natal de Velázquez conmemoran su fecha de nacimiento.
¿La novedad? Aparte de nuevas indumentarias y panoplias, se inició por primera vez en uno de los lugares míticos de la Sevilla del siglo de oro: la Casa de Pilatos.
La Fundación Medinaceli colaboró en la celebración de las efemérides como también se involucró en el IV centenario del nombramiento de Velázquez como pintor del rey, que tuvo lugar en octubre de 1623.
La salida desde “Pilatos” dio a la performance un realce especial. Allí, en su gran portón y la plaza adyacente, se leyó un bando en el que se recordará la vinculación de este palacio sevillano de comienzos del siglo XVI con Velázquez. Es un lugar destacado en la trayectoria del artista porque fue encuentro de lo más granado de la intelectualidad de entonces que allí se reunía en tertulias humanísticas, organizadas por su maestro y suegro, el pintor y teórico de la pintura Francisco Pacheco. Un “caldo de cultivo” en el que se formaría el más grande de nuestros pintores.
También fue la ocasión de rememorar el papel del Tercer Duque de Alcalá que fue mecenas de Velázquez. De hecho, la Casa de Pilatos albergó dos siglos sus célebres lienzos, ‘Cristo en casa de Marta y María’ y ‘Dos muchachos sentados a la mesa’, que atesoran la esencia de la llamada “etapa sevillana”. Permanecieron allí hasta el siglo XIX en la colección de la Casa de Pilatos. Pese a su juventud en ellos deslumbraba ya su genial traza.
El IV Centenario del nombramiento como pintor del rey Felipe IV y su marcha a Madrid suponen una "gran oportunidad" para "reivindicar" la figura del artista y su vinculación con Sevilla. Este nombramiento obliga a Velázquez a dejar Sevilla, la ciudad donde había nacido en 1599, donde se había formado como pintor en el taller de Francisco Pacheco, comenzado su carrera profesional y pintado sus primeras obras maestras y trasladarse a Madrid con su joven esposa, Juana Pacheco, hija de su maestro, y sus dos hijas, Francisca e Ignacia.
'Vieja Friendo Huevos', 'El Almuerzo', 'El Aguador', 'Cristo en Casa de Marta y María', 'San Juan en Patmos', 'Santo Tomás', 'Adoración de Los Reyes Magos', 'Dos chicos sentados a la mesa', 'Retrato de Jerónima De La Fuente' e 'Inmaculada Concepción' son algunas de las grandes obras que Diego Velázquez pintó en Sevilla. Obras de arte sevillanas que pueden admirarse en las pinacotecas más importantes del mundo como la National Gallery de Londres, Hermitage de San Petersburgo, el Museo de Bellas Artes de Orleans y la National Gallery de Escocia en Edimburgo, entre otras.
Foto de la organización del Tercio de Olivares