El origen del nombre de la manzanilla está en Huelva.
Mari Paz Díaz.
Beber una copa de manzanilla ha llegado a ser un gesto muy habitual, especialmente en los momentos de fiesta y en determinas ferias, si bien su difusión está especialmente extendida en puntos de Andalucía como Sevilla y Cádiz. Tanto es así que es una bebida típica con la que se identifica en muchas ocasiones la imagen de la comunidad andaluza.
Su elaboración se realiza fundamentalmente en Sanlúcar de Barrameda y otros municipios de su entorno, siendo el caldo más ligero de los que se elaboran en la provincia gaditana, de ahí que sea ideal para acompañar un aperitivo o una tapa.
El rebujito, una opción muy extendida de tomar manzanilla.
Su extensión hace que sean pocas las personas que no se hayan tomado alguna vez una copa de manzanilla, sola o como elemento principal del conocido rebujito. Y no sólo de Andalucía, sino fuera de ella.
Sin embargo, muy pocos conocen que el origen del nombre de este conocido vino procede de la provincia de Huelva.
Es cierto que la procedencia de este nombre ha venido siendo un tanto confusa tradicionalmente, existiendo diversas teorías sobre el mismo. Pero, la tesis más extendida y documentada de todas estas posibilidades sitúa el nacimiento del vino de manzanilla en la localidad onubense que lleva su nombre, en Manzanilla.
Diversos estudios sitúan el origen de la manzanilla en este pueblo onubense.
Es más, estudios, como el realizado por el profesor sevillano Lutgardo García Fuentes, autor de un importante número de obras americanistas, especialmente centradas en el comercio, ponen de manifiesto que el origen de la denominación del vino de Sanlúcar no está en Cádiz, sino en Huelva, en la localidad de Manzanilla. De esta forma, García se hacía eco de estudios previos que lanzaban esta hipótesis de otros investigadores, como Pedro Barbadillo y el francés Francis Fourneau.
Los vinos del Condado de Huelva ya tenían fama en la época del Descubrimiento de América.
Los vinos del Condado y el Descubrimiento de América. Las vides de Manzanilla ya eran conocidas y comercializadas en la época romana. Tanto es así que el nombre de la localidad onubense de Manzanilla es romano, procedente del latín ‘malus’, manzana, que en un principio se tradujo como manzanita o manzanilla.
El nombre de Manzanilla es de origen romano.
Sin embargo, para indagar en la raíz de la circunstancia que traemos hasta este artículo nos tenemos que remontar a la época del Descubrimiento de América y, sobre todo, posteriormente, cuando los viajes que partían desde la Península a las Indias adquirían el vino que llevaban en sus bodegas no sólo en Manzanilla, sino en toda la zona del Condado de Huelva, principalmente porque era más barato que el que se vendía en Sevilla y, sobre todo, porque soportaban muy bien las largas travesías oceánicas, conservando su aroma y paladar.
De esta forma, los vinos de Manzanilla se transportaban en carros hasta Sevilla -situada a 40 kilómetros- y Sanlúcar -a 48- y eran embarcados en las naves hacia el Nuevo Mundo. Y es que ambas ciudades fueron epicentro del comercio entre la Península y América. Por tanto, desde los inicios del tráfico indiano, el vino onubense estuvo presente en las naves que partían hacia América.
Las vides del Condado de Huelva ya eran apreciadas por los romanos.
Al parecer, el vino onubense luego era tratado y/o comercializado desde Sanlúcar y, de ahí, le viene la fama internacional a los caldos de la provincia de Cádiz, donde se crea la denominación de origen.
Posteriormente, Sanlúcar, que había tenido representaciones de comerciantes ingleses que aglutinaban las partidas de vino del marco de Jerez o Manzanilla para enviarlos a las islas británicas desde 1517, vio como Cádiz la desplazaba en importancia comercial.
Mapa de la provincia de Sanlúcar, en la época de Godoy.
De hecho, la vinculación entre Cádiz y Huelva ha venido siendo tan estrecha que a inicios del siglo XIX se intentó crear la provincia de Sanlúcar de Barrameda, que incluía los partidos judiciales de Sanlúcar, Manzanilla, Huelva y Ayamonte. Un proyecto auspiciado por Godoy que no tuvo éxito, pero que demuestra la destacada relación comercial que tenían estas localidades.
El vino de manzanilla es hoy un símbolo de Sanlúcar de Barrameda.
En cualquier caso, la manzanilla era un vino muy conocido y popular entre la población, al ser un vino excelente, con personalidad y al alcance de todos, de ahí que fuera muy apreciada en toda España. Una fama que pronto se trasladó a las bodegas sanluqueñas hasta el punto de que la manzanilla es hoy en día un símbolo de Sanlúcar de Barrameda.
Un hecho histórico curioso que pone de manifiesto la rica historia de Huelva y la importancia del vino hecho en el Condado onubense.