
LA BUENA GENTE NUNCA FALTA EN NAVIDAD
Este año parece que ella faltase, pero no es verdad. Tita Lela está con Dios y con los que la queremos.
Quienes pasan por esta vida repartiendo amor, nunca mueren. Viven eternamente cerca siempre de todos nosotros. Esa es su fe, la de mi abuela, la mía y la de mis nietos.
Esta mañana me entristecí al recordarla, pero pronto caí en la Verdad. Me felicitó sin necesidad de teléfono, con su voz alegre de siempre y con más nitidez que nunca.
Sé firmemente que ella no se ha ido. Esta Nochebuena duele su ausencia y duele también la memoria de los familiares, amigos, colegas y conocidos que este año han coincidido con ella en el tránsito. Pero Tita Lela y toda la gente buena viven ya para siempre y nunca faltan en Navidad.

