El artista escultor, José David Blanco Bernal, acaba de finalizar la restauración de los daños causado al monumento, del maestro de la guitarra flamenca.
Al mismo tiempo, otra escultura homenaje a los “Mariscadores” instalado en uno de los miradores de Playa Las Canteras, también fue alcanzado por el gamberrismo violento.
Antonio Jiménez Gómez.
Chipiona. – En febrero del año 2022, tuvo lugar la inauguración del monumento al mejor guitarrista flamenco de todos los tiempos “Manolo Sanlúcar”, una escultura de cuerpo entero, sentado en una silla de nea, con su guitarra flamenca, de color bronce antiguo, obra del artista escultor de Chipiona, José David Blanco Bernal, quien acaba de terminar los trabajos de restauración de los daños causados por el vandalismo violento, rotura de la silla, desde su anclaje y fijación a su pedestal, resultando también muy deteriorada su escultura.
Hoy la escultura de maestro de la guitarra, ha vuelto a su lugar de origen. Su autor ha cambiado la silla, con la misma estética, pero de acero, soldada a una plancha de 4 milímetros, imitando el acero como si fuera de bronce antiguo.
Personas sin pudor a la cultura y al arte, por segunda vez en poco más de un año, se ensañaron violentamente, con el monumento del Genio Sanluqueño. El Ayuntamiento de la Villa, tuvo a bien dedicar el mirador “Manolo Sanlúcar” donde el maestro deseaba, un lugar privilegiado, entre la Playa Las Canteras y el Faro de Chipiona, frente al mar y el Coto Doñana.
EL MONUMENTO A LOS MARISCADORES DE LOS CORRALES
También otro mirador de la misma playa Las Canteras, ha sufrido las consecuencias del gamberrismo incontrolado, la escultura homenaje a los “Mariscadores de Corrales”, que por iniciativa de la Asociación de Mariscadores de Corrales “Jarife”, tuvo a bien hacer el escultor Chipionero José David Blanco, es un mariscador ataviado con los utensilios para mariscar, acompañado de un niño. Causaron daños al ceroncillo y los peces y mariscos, como dorada, chocos, un pulpo, cangrejos, a un pie del niño y rota la placa conmemorativa a su inauguración, placa que apareció tirada en la misma playa. Hoy también está siendo restaurada por su autor.
Los energúmenos que disfrutaron haciendo estos daños, bien se aprovecharon de la falta de vigilancia municipal, que padece Chipiona, por la falta de Policías Locales.