Dedicado a NIGEL GLENDINNING y a JOSÉ  LUIS SOUTO ALONSO In Memoriam.

Vista desde la Literatura, gran parte de la producción artística de GOYA hay que analizarla dentro de los géneros de la narrativa, la descriptiva, y sobre todo de la diarística y de la ficción. Gran parte, evidentemente, no toda.

Y lo es, no en tanto supone una sucesión correlativa de acontecimientos que se desenvuelven en los márgenes del lienzo o del papel; no en cuanto a que una obra sea una precuela o secuela como ocurre en las plataformas digitales. Pues si es cierto que pueden establecerse comparaciones con el cine, la TV. o cualquier sistema de creación y reproducción de imágenes, las suyas puede que sí y puede que no, pues por el hecho de que algunos temas puedan interpretarse como fotogramas o casillas de tiras cómicas, no necesariamente tienen una periodicidad continuada.

Unas son ensayos hasta que logra extraer las formas que pretende o que simplemente estaban en su interior: dibujos aislados con los mismos modelos sin obedecer a un guión preestablecido, o por el contrario una traslación de escenas con afán documentalista. En este sentido alcanzaría la historia social, al reflejar costumbres desarrolladas entre las clases acomodadas y populares: damas, caballeros, criados, doncellas, lacayos, mayordomos, lavanderas, cocineras,…el Gran Friso de una Humanidad Hispanizada.

Escribo esto sin tener en cuenta cronología, géneros, técnicas, Cuadernos, de los que espero poder ocuparme por la magia que desprende su personalidad y su ingente obra, sino como una panorámica que sobrevolase por encima de los días que constituyeron la biografía misma del artista.

Podría hacer una cronología al uso, diciendo: el 4 de junio de 1786,  a las 6 de la tarde, pintó, grabó o dibujó tal o cual óleo, litografía, aguafuerte, que el 5, 6 y 7 de agosto continuaba con el mismo asunto u otro diferente, que el 9 de octubre,…como hago cuando se trata de una investigación que saca a la luz obras o un autor desconocido.

No es el caso de GOYA porque se trata de un más que conocido pintor y grabador internacional, al que le dedicaron páginas y estudios rigurosos grandes especialistas como fueron NIGEL GLENDINNING y JOSÉ LUIS SOUTO ALONSO, a los que le rendiré siempre homenajes porque fueron quienes me llevaron de la mano al “Mundo GOYA”, a lo que está detrás, dentro del espejo de sus lienzos y papeles, y para los que no tendré nunca palabras de gratitud por todo lo que me inocularon de su Arte.

Las primeras distinciones que quisiera hacer respecto a ese “Diario Gráfico” que supone tanto la vida como la Obra de GOYA, se encontrarían en los hechos diferenciales de ser obra única o seriada, si tienen relación o no con dibujos, óleos y grabados, con grabados entre sí, con bocetos y apuntes y dibujos acabados, o con óleos y dibujos y grabados. Esto supone coger una por una las miles que hizo y dedicarles comentarios desde el punto de vista científico y también desde el ensayo.

Es de ahí por lo que considero que son un Diario donde podemos leer lo que hizo cada día e incluso los pasos que dio para conseguirlas: en iglesias, la Corte, aristócratas, políticos, militares,  altoburgueses, gente anónima con un cierto status (jueces, maestros, majos, …), o extraídos de  los bajos fondos (chulos, bandoleros, violadores,…).

En ese “Diario” íntimo no podía entrar ni la Academia, ni “il disegno”, entendido esto como su voluntad de romper con la tradición iniciada en el Renacimiento, considerando que el dibujo no tiene por qué ser siempre una continuidad de líneas, sino una disparidad; que las pinceladas no deben obedecer a unas direcciones espaciales, que las figuras no ajustarse a una sola jerarquía dentro de una obra y así uno por uno los todos los preceptos que en realidad empezaron a romper entre otros LEONARDO, il TINTORETTO, REMBRANDT y VELÁZQUEZ, cuando ignoran la forma para deshacerla, cuando se olvidan de la perspectiva para introducir lo invisible y aéreo, el “sfumatto” del pre-impresionismo que adelantan.

Más que realista como hemos visto en estos artículos de SEVILLAPRESS, podría catalogarse a GOYA como “Antirrealista” y no sólo por representar quimeras, hidras, engendros, …sino por la representación que va más allá de lo que son sin salirse del contexto de la iconografía fabulesca. Todo eso y los pseudoanimales que llenan sus creaciones, estaban ciertamente en el contexto de sus días como una ridicularización enfática de los vicios, costumbres, educación, superchería,…pero no con la intensidad cuantitativa y cualitativa que él hizo.

Y por otro lado: ¿A quién podría ocurrírsele y con propósito comercial para más inri, hacer series cuyos títulos: “DISPARATES”, “CAPRICHOS”, “DESASTRES…”, la “TAUROMAQUIA”,…no eran sino los suyos propios, los sueños y mentiras de la Verdad Desnuda del Arte.

Como ya se dijo, son muchos los GOYAS en GOYA, incluido el ser un precedente del Humor Gráfico que aparecerá poco después en las Revistas satíricas e ilustradas. No obstante, alcanzó suficiente fama en vida, de manera que si él no tuvo ocasión de vender este tipo de obra tan  personal, sí fue ampliamente difundida en tiradas póstumas, en ediciones de libros y  exposiciones hasta hoy. Desde luego que él contribuyó con su impresionante y descarnada  obra a lo que en el mismo contexto puede equipararse a “La Comedia Humana”, “Los Episodios Nacionales”, “La España Negra”,…o cualquier “Antología de la Condición Universal”,…una feroz crítica a los políticos de su tiempo incluida la monarquía, una actitud de rebeldía contra el sistema, una coherencia y una sinceridad que podría haberle costado muy cara por la Inquisición, el régimen absolutista, la soledad ante tanto fanatismo.

Afortunadamente se liberaba con el Arte, contó con una minoría de amigos y clientes, siguió aprendiendo y siendo un rebelde hasta el último día de su vida.

                                                                                                                                                             TERESA LAFITA