He cumplido un año escribiendo para este periódico. No tengo nada que celebrar puntualmente porque ya es bastante celebración que a diario me dirija a miles de lectores en todo el mundo y gracias a sus millones de visitas. Nunca lo hubiera imaginado. Como mucho suponer, pensaba que el día que fuera columnista -una de mis ilusiones cumplidas- mis colaboraciones no llegarían desde Sevilla más allá de donde en Santa Justa arranca el AVE. Pero que los lectores te envíen sus opiniones desde Los Ángeles, Miami o Nicaragua es demasiado.