Elogio de la polución nocturna y el cinco contra uno.-
A punto de cumplir los 52, confiesa que ha vivido. El chaval hace de vez en cuando repaso a su jugosa vida no exenta de numerosas luces y sombras. Lejos quedan ya aquellos años juveniles, los de los 15, en los que más de una vez padecía polución nocturna, sensación agradable donde las haya y que al principio se presentaba como algo inconfesable y pecaminoso. Hasta que descubrió no ser el único paciente de estos placeres nocturnos o sueños húmedos.
