Esa sangre veloz de los artistas. Hoy: Estelar Juana Reina(Continuación)
ESTELAR JUANA REINA (continuación) Me quedé escribiendo el otro día en el momento justo para dirigirme al salón y afrontar mi papel de yuppie asesino. Acababa de encontrarme con doña Juana Reina en la situación más inverosímil que yo, desde luego, nunca hubiera sido capaz de imaginar. En su propia cocina estando la genial artista preparando la cena a su marido, el gran Caracolillo. Y yo de aquella guisa, en batín y zapatillas, nada que ver con lo ceremonioso de haber celebrado años antes la entrevista para la publicación que dirigía, en una cita previamente acordada con Caracolillo y en la que todo había de discurrir -y discurrió- meticulosamente cuidado ante la estrella de la copla. Pero el destino traza los acontecimientos a su gusto, no al nuestro. Y de saberlo, de haber tenido una bola de cristal por la que se mirara en el futuro una realidad nada asimilable hasta ocurrir verdaderamente, hubiera sido tan desconcertante como increíble haberme despedido aquel año, en el despacho del Estudio de Danza de Caracolillo, dici
